1/6 © Casa del Gran Duque, Luxemburgo / Kary Barthelmey

Este 10 de mayo es una fecha muy importante para la Casa Gran Ducal de Luxemburgo ya que es el segundo cumpleaños del más pequeño de sus miembros. Charles de Luxemburgo, segundo en la línea de sucesión, se ha convertido en un niño simpático, curioso y espontáneo que se desenvuelve con soltura ante las cámaras tal y como muestras estas imágenes tomadas al iniciar una nueva vuelta al sol

 

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La felicidad de los Grandes Duques herederos es plena. En una entrevista publicada en ¡HOLA!, lGuillermo y Stéphanie de Luxemburgo confesaban que dieron un grito de alegría cuando se enteraron que estaban esperando un bebé, que ahora es todo un hombrecito con el que están encantados. En la imagen posan en un jardín lleno de pétalos rosas con el protagonista de la jornada y con su mascota

-Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo se dan el 'sí, quiero'

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Jean Charles Philippe Joseph Marie Guillaume, como se llama el homenajeado, sopla las velas en una tarta adornada con frutas como fresas y moras que le produce una gran curiosidad. Antes de probarla, vemos cómo acerca tímidamente su mano derecha para tocar el pastel

-Charles de Luxemburgo, protagonista de la tradición más dulce (y romántica) de su país

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En el álbum personal de Charles de Luxemburgo aparece también esta bonita imagen en la que su padre le sostiene en brazos mientras que el pequeño príncipe estira su brazo izquierdo para coger una flor. El nieto de los Grandes Duque es imparable y parece fascinado por la naturaleza

-La Gran Duquesa de Luxemburgo se confiesa con ¡HOLA! y abre su álbum más privado, después de cuarenta años de matrimonio

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Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo posan en un sofá al aire libre con su hijo mientras parecen cantarle el cumpleaños feliz y sostienen el pastel en el que pedir los deseos. El príncipe Charles mira mientras pícaro y adorable a la cámara. Tenía solo cuatro meses cuando acudó a su primer acto oficial, es por eso que se muestra muy abierto y nada tímido ante los flashes

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Muy risueño y cariñoso, Charles de Luxemburgo se refugia en los brazos de su mamá, que lo mira con gran amor, mientras celebran su segundo cumpleaños en el campo. Se trata de una jornada única en la que, con toda seguridad, recibirá sorpresa y mensajes de cariño de todos los miembros de la Corte Ducal

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