El pasado 3 de octubre Luxemburgo vivió un cambio de ciclo: el gran duque Enrique firmó su abdicación y su hijo mayor, Guillermo, tomó las riendas del Gran Ducado. Fue una jornada histórica con la que contaron con la presencia de sus vecinos, la realeza de Bélgica y los Países Bajos, y con la que se comenzó a escribir un nuevo capítulo. La de esta Navidad, por tanto, es su primera felicitación al frente de la jefatura del Estado luxemburgués y los Grandes Duques han optado por seguir con la dinámica establecida: hacer que sus hijos, los príncipes Charles y François, sean los protagonistas sin dejar de ser simplemente niños.
Guillermo y Stephanie de Luxemburgo, Grandes Duques desde hace tres meses, han compartido su primera felicitación después de tomar el relevo de Enrique y María Teresa de Luxemburgo, al frente de la institución durante un cuarto de siglo. Desde entonces, el príncipe Charles, que con sus cinco años aguantó el tipo en un acto institucional largo para un público infantil, es el heredero y en esta imagen posa con un peluche de Rudolph, el reno.
Vestidos iguales y siguiendo la línea marcada por su padre, azul marino y rojo oscuro, el pequeño François, con unos carismáticos dos años y mostrando un Elfo, la tradición que en los últimos años se ha colado en casa de muchos padres y también en este palacio.
Charles de Luxemburgo, el heredero más joven de Europa
Con solo cinco años, Charles de Luxemburgo inició este año un camino que le llevara a convertirse en el próximo soberano de un país con una monarquía constitucional hereditaria encarnada en la dinastía Nassau-Weilburg una casa en la que tradicionalmente se ha optado por las abdicaciones voluntarias que priorizan la renovación generacional. Pero de momento su papel es el de disfrutar de una infancia y sus apariciones públicas están limitadas, aunque debutó ya en la agenda oficial en el 2023, cuando inauguró una escuela con su nombre ante 600 invitados.
Lejos de la formalidad de los palacios y de los actos de la máxima relevancia institucional, las imágenes que Guillermo y Stephanie de Luxemburgo comparten de sus hijos siempre son en ambientes relajados, acordes a su edad y a sus gustos. Granjas, columpios y jardines han sido los escenarios escogidos hasta la fecha y con esta felicitación navideña vienen a confirmar que su llegada al trono no ha cambiado su forma de comunicar y proyectar su imagen.







