Han pasado algo más de dos semanas desde la abdicación del gran duque Enrique de Luxemburgo y la proclamación de su hijo Guillermo como monarca. Después de 25 años, el pequeño país Europeo ha vivido un cambio en el trono y como todo relevo conlleva algunos cambios. Para empezar, el nuevo monarca va a hacer una gira de presentación, con la que la nueva pareja Gran Ducal se presentará ante el mundo.
Es costumbre en las monarquías europeas que cuando hay nuevo soberano, este haga una serie de visitas de cortesía a los países vecinos, como deferencia y énfasis en la buena marcha de las relaciones diplomáticas. Es con las naciones que son frontera con las que los Estados, por lo general, suelen tener unos lazos de amistad y cooperación más estrechos. Así sucedió cuando el rey Felipe VI fue proclamado y así lo hará Guillermo de Luxemburgo.
En compañía de Xavier Bettel, viceprimer ministro, ministro de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior, los nuevos grandes duques Guillermo y Stéphanie realizarán una serie de viajes a los Estados que rodean el Gran Ducado y a los que forman el Benelux. Según ha informado la Casa Gran Ducal, el objetivo de estos encuentros es consolidar los lazos históricos, políticos y culturales que unen a Luxemburgo con sus fronteras "en un espíritu de respeto mutuo y cooperación fortalecida".
El primer viaje al extranjero de esta nueva era en Luxemburgo tendrá lugar este viernes, 24 de octubre, cuando viajarán a Bélgica. Los reyes Felipe y Matilde de los belgas, quienes fueron testigos de la ascensión al trono junto con su hija Elisabeth, recibirán a la pareja Gran Ducal en Bruselas.
Unos días después, el 27 de octubre, los grandes duques viajarán a Berlín, donde serán recibidos en el Palacio Bellevue por el presidente de Alemania, Frank -Walter Steinmeier, y la primera dama Elke Büdenbender, quienes también estuvieron presentes en la entronización de Guillermo de Luxembugo.
El relevo en la corona Gran Ducal se planteó como un fin de semana cargado de eventos y una gran cena de gala. Además de los Reyes de Bélgica y el presidente germano, estuvieron presentes los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, acompañados por su hija mayor, la princesa heredera Amalia.