Se ha abierto un nuevo capítulo en Luxemburgo. El Gran Duque Enrique ha finalizado 25 años de reinado y ha dado el relevo al mayor de sus hijos, que se ha convertido en el Gran Duque Guillermo. Ha sido un acontecimiento de máxima relevancia institucional, pero también de enorme magnitud personal. Las emociones han estado muy presentes, desde lágrimas de emoción a sonrisas llenas de ilusión y apoyos que nunca olvidarán. Así ha quedado reflejado en cada acto, en el que han demostrado que pasado, presente y futuro se fusiona para dar continuidad. Resumimos en 10 imágenes los momentos más destacados de este 3 de octubre que ya forma parte de la historia.

La firma que cambia la historia de Luxemburgo
La primera imagen importante del día ha estado protagonizada por Enrique de Luxemburgo, que ha firmado su abdicación en el Palacio Gran Ducal, como vemos sobre estas líneas. Instantes después de las 10 de la mañana ha hecho oficial su paso atrás, poniendo de esta forma el punto y final a 25 años de entrega, lealtad y compromiso. Él mismo contaba recientemente que mira atrás "con profunda gratitud y humildad" y a la vez se siente emocionado por la nueva etapa que comienza, en la que espera "tener un poco más de paz y tranquilidad"

La importancia de la visión de Stephanie
Poco antes de casarse, el príncipe Guillermo definió así a su entonces prometida: "Stephanie es una persona espontánea, reflexiva y con una visión del mundo muy relevante. Esta es una cualidad que aprecio mucho en Stephanie y que me permite abordar todos los temas con ella". Estas palabras cobran hoy más sentido que nunca, y es que su mujer es su máximo apoyo ahora que se han convertido en Grandes Duques. Juntos forman el mejor de los equipos y tienen claro que trabajarán mano a mano para que Luxemburgo sea siendo una sociedad cohesionada, inclusiva y solidaria

Homenaje a su bisabuela
En su primera cena de gala como Gran Duque, Guillermo de Luxemburgo rindió homenaje a "una gran dama de nuestra historia, la Gran Duquesa Carlota, mi bisabuela". Dijo de ella que "encarnaba el espíritu de resistencia de los luxemburgueses" y que "junto a su hijo, el Gran Duque Juan, mi abuelo, supieron, en las horas más oscuras de nuestra historia, encarnar la esperanza y la dignidad de un pueblo apegado a su libertad". "Su compromiso, su valentía y su fe en el futuro marcaron el camino que hoy seguimos", prometió

La unión de pasado, presente y futuro
Pasado, presente y futuro se han unido en el balcón del Palacio Gran Ducal. Enrique y María Teresa de Luxemburgo se han despedido así de los ciudadanos que tanto cariño y respeto les han mostrado durante 25 años. A la vez, Guillermo y Stephanie de Luxemburgo se han presentado ilusionados ante el país como nuevos Grandes Duques. Lo han hecho con sus hijos, Charles y François, que garantizan la continuación de la dinastía

La espontaneidad de Charles, el heredero más joven de Europa
Con cinco años, se ha convertido en el heredero más joven de Europa. La vida de Charles de Luxemburgo ha cambiado para siempre este 3 de octubre, pero aún no es consciente. Sigue siendo el mismo niño divertido, espontáneo y travieso. Así lo ha demostrado durante los actos oficiales, en los que no ha dejado de señalar todo lo que le llamaba la atención, de hacer muecas e incluso ha decidido taparse los oídos y no seguir caminando ante el gran revuelo que había alrededor

Una foto para el recuerdo
La primera cena de gala de los nuevos Grandes Duque de Luxemburgo ha dejado una foto para la historia. Los anfitriones han posado con los miembros de la realeza, jefes de Estado y líderes internacionales que han viajado al país europeo para acompañarles en los primeros pasos de la transición. De esta imagen única forman parte Enrique y María Teresa de Luxemburgo; los reyes Guillermo y Máxima, con su hija mayor, la princesa de Orange; los reyes Felipe y Matilde de los belgas con su heredera, la princesa Elisabeth; el presidente francés Emmanuel Macron junto a su esposa, Brigitte; y también el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier con su mujer, la jueza Elke Bündenbender

La promesa más personal del nuevo Gran Duque
Ha sido en la Cámara de Diputados donde Guillermo se ha convertido oficialmente en Gran Duque de Luxemburgo. Lo ha hecho en un acto solemne de juramento ante el presidente de la Cámara de Diputados, los diputados, el Gobierno y los dignatarios. "Juro respetar la Constitución y las leyes y cumplir fielmente mis atribuciones constitucionales", ha dicho. Pero también ha hecho una promesa muy personal: "Viviré la vida de mi pueblo, del que no quiero separarme por ninguna barrera. Compartiré sus alegrías y sus sufrimientos"

Las lágrimas de una embarazadísima princesa Alejandra
Para toda la Familia Gran Ducal ha sido un día de emociones constantes. La princesa Alejandra, que cuenta los días para convertirse en madre por segunda vez, no ha podido contener las lágrimas mientras aplaudía orgullosa de estar presente en un momento irrepetible. Los cinco hijos de Enrique y María Teresa de Luxemburgo han sido testigos durante un cuarto de siglo de la entrega de sus padres y también de las muchas renuncias que han hecho para cumplir con sus obligaciones. Ahora apoyan a su hermano mayor, con el que siempre han sido una piña.

La 'princesamanía' se desata con las futuras reinas europeas
Todas las miradas se han posado en Elisabeth de los belgas y Amalia de los Países Bajos. Ambas han causado sensación en todos los actos en los que han participado, especialmente en la cena de gala, a la que han acudido con tiaras llenas de significado e impresionantes vestidos. Mientras caminaban al interior del Palacio Gran Ducal, los curiosos que se agolpaban a las puertas han enloquecido al verlas y han reaccionado con vítores, aplausos, piropos ¡y muchas fotos hechas con el móvil! Ambas encarnan los valores de la nueva generación de la monarquía y están dando importantes pasos institucionales en la escena internacional, en la que se desenvuelven con gran aplomo

La atención de la Gran Duquesa
María Teresa de Luxemburgo ha sido una pieza clave en el reinado de su marido hasta el final. En la abdicación ha apostado por un segundo plano, pero su aportación no ha podido ser más necesaria en esta jornada. Ha apoyado al Gran Duque Enrique en un paso que está lleno de sentimientos encontrados, ha observado a su hijo dar un paso adelante con el orgullo que solo una madre puede tener, y además ha estado en todo momento pendiente de su nuera, porque nadie mejor que ella sabe lo que conlleva convertirse en Gran Duquesa