Luxemburgo vive un momento histórico que no se daba desde hace un cuarto de siglo: el Gran Duque Enrique ha abdicado y su hijo mayor ha ascendido al trono luxemburgués convertido ya en el Gran Duque Guillermo, séptimo de la Casa de Nassau-Weilburg, una rama de la histórica Casa de Nassau y la familia que reina en el país desde 1919, cuando el Gran Duque Guillermo IV falleció sin herederos varones y su hija, María Adelaida, asumió el trono como la primera gran duquesa reinante. Los actos de este histórico viernes 3 de octubre de 2025 han sido solemnes, institucionales, europeístas, pero muy familiares. Ha habido momentos emotivos y entrañables, pero ninguno como ver al pequeño príncipe Charles entrar en el Congreso de los Diputados con expresión de asombro y de la mano de sus abuelos, los Grandes Duques "salientes". Esa imagen es una de las fotos del día y pasará a la historia para ser recordada en el futuro, cuando él mismo se convierta en el octavo jefe de Estado de su dinastía.
Charles de Luxemburgo es el príncipe heredero más joven de Europa
Los Grandes Duques Enrique y María Teresa tienen cinco hijos, siete nietos y uno en camino -la princesa Alejandra, ha lucido su embarazo en las celebraciones de hoy- pero el único presente de la nueva generación de la monarquía de Luxemburgo ha sido Charles, que cumplió el pasado mayo los cinco años y ya ha hecho sus pinitos en la vida oficial, aunque de momento sus prioridades son los animales y le gustan las granjas. De este modo, con la presencia del niño en el juramente oficial de su padre en la Cámara de los Diputados, la institución se ha querido marcar su posición como nuevo príncipe heredero, ya que tras la abdicación de su abuelo ha ocupado la primera posición en la línea sucesoria.
Charles de Luxemburgo entró en el hemiciclo de la mano de su abuela, la Gran Duquesa María Teresa, y al paso de su abuelo, el jefe del Estado hasta hoy. El pequeño, que lo miraba todo con curiosidad y parecía asombrado de que todos los ojos se pusieran en él, ocupó su lugar, en una silla dispuesta al lado de sus abuelos, que estaban a la derecha del trono que por primera vez ha lucido el monograma de Guillermo.
El nuevo príncipe heredero ha intentado mantener la postura e incluso ha hecho un esfuerzo por seguir el discurso, preguntándole a su abuela alguna cosa y provocando la sonrisa de las autoridades, familiares y realeza extranjera. Charles se sumaba a los aplausos y de vez en cuando buscaba la mirada de sus padres o abuelos. Terminado el discurso y después de los himnos, Charles ha buscado a su padre, que después de darle un beso se ha ido a estrechar la mano del Primer Ministro, Luc Frieden, mientras el pequeño seguía pegado a él.
Charles de Luxemburgo nació el 10 de mayo de 2020 y tiene un hermano pequeño, el príncipe François
Terminada la ceremonia, con todos ya puestos en pie para la primera foto oficial del nuevo reinado, el príncipe Charles ha vuelto a buscar a su abuela y se ha pegado a sus faldas. "Quiero que me recuerden como la abuela que estuvo", dijo María Teresa a una entrevista hace unos meses para aclarar que lo único que desea de esta nueva etapa tras su retirada de la primera línea es tiempo para los suyos.
Un poco abrumado por los aplausos y por la atención, Charles ha recorrido el pasillo del Cámara de los Diputados para seguir los pasos de su padre, que todavía tenía que estampar su firma como nuevo jefe del Estado de Luxemburgo, algo que también ha hecho la nueva Gran Duquesa Stéphanie. Después la familia al completo han saludado desde las escaleras del congreso y es entonces cuando el Gran Duque Guillermo ha cogido en brazos al niño, que empezaba a sentirse abrumado al verse en el centro de la escena y ante el ruido que provocaban los aplausos y la música militar.
Una vez en la calle, el príncipe Charles ha tenido que enfrentar una dura prueba, recorrer los metros alfombrados entre los aplausos y las marchas militares. Ha sido demasiado para el niño de cinco años que ha reaccionado, como muchos de su edad, tapándose los oídos y por un momento se ha quedado rezagado mientras sus padres avanzaban entre aplausos. La Gran Condesa Stéphanie ha regresado y ya le ha cogido de mano. Entonces, por fin, de la mano de sus padres, el príncipe Charles ha entrado al Palacio Ducal habiendo superado la primera prueba de un día que ha marcado su destino y asomándose con sus padres al balcón de la residencia real, esta vez sí, acompañado por su hermano pequeño, el príncipe François.