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La princesa Charlotte de Nassau, hija mayor del príncipe Robert de Luxemburgo, primo hermano del Gran Duque Enrique, celebró el pasado enero una boda en Gstaad. Allí, la princesa nacida en Massachusetts y que trabaja en Londres para Chanel, dio el "sí, quiero" al suizo libanés Mansour Shakarchi, tras doce años de amistad y un noviazgo que comenzó en 2019. Ese enlace civil en suelo suizo, donde están las sedes de las empresas familiares de los Shakarchi, que operan en el comercio y refinación de metales preciosos, fue solo la antesala de la boda de ensueño que ha celebrado ahora en una de las islas con mayor historia y riqueza patrimonial del mundo, Sicilia. Los novios eligieron una impresionante iglesia palermitana al aire libre y, por si fuera poco, tuvieron su gran celebración en Villa Tasca, la histórica y aristocrática residencia que inspiró, entre otros, a Richard Wagner y Giuseppe Verdi, y que se ha vuelto a dar a conocer gracias a que fue una de las localizaciones de la segunda temporada de The White Lotus, que se rodó principalmente entre Palermo y Taormina. Esta boda real es una gran alegría familiar después de que el pasado marzo falleciera con 24 años y tras una larga enfermedad, el hermano de la novia, Federico de Nassau.
© @villatascaofficial @hub161.itCharlotte de Nassau y Mansour Shakarchi eligieron dos destinos muy vinculados a su historia de amor: Gstaad, donde tuvo lugar la pedida de mano, y Sicilia, un destino vacacional habitual para los Shakarchi que poseen allí una residencia. Si bien casi cualquier iglesia de una isla que abarca influencias griegas, romanas, árabes, normandas y españolas es un escenario idílico, los novios eligieron la única iglesia al aire libre que hay en la ciudad de Palermo para la ceremonia religiosa, a la que la novia llegó del brazo de su padre y de la que estuvo muy pendiente su hermano, Alexander de Nassau, y también sus primos.
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© @villatascaofficial @hub161.itLa celebración en la impresionante Villa Tasca de Palermo
Después del "sí, quiero", los novios y sus invitados, un listado del todo cosmopolita, teniendo en cuenta que Roberto de Luxemburgo y Julia Ongaro, han criado a su familia entre Estados Unidos, Luxemburgo, Suiza y Francia, se trasladaron a Villa Tasca, una joya aristocrática que se encuentra muy cerca de Monreale, una localidad famosa por su catedral cubierta de mosaicos dorados.
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© @villatascaofficial @hub161.itVilla Tasca tiene una arquitectura evocadora y decadente que parece sacada directamente de El Gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, donde el esplendor siciliano se entremezcla con los ecos de un pasado noble. Sin embargo, más allá de su historia literaria, Villa Tasca ha adquirido una nueva fama al servir de escenario para algunas de las tramas de la segunda temporada The White Lotus, la serie de HBO que puesto sobre la mesa el esplendor de los grandes palacios sicilianos.
© @villatascaofficial @hub161.itLos novios posaron en unos jardines que son un monumento, ya que conservan el diseño original de estilo italiano con una parte más romántica, todo ello de especies que recuerdan a la mezcla de la propia isla, dónde hay frutales al estilo mediterráneo con palmeras y un gran ficus que es la joya de la corona, tan valorado como es el que se encuentra en el propio Orto Botánico de Palermo, el jardín que pertenece a la universidad, pero este a disposición de la princesa y su marido para unas fotografías nupciales que son un sueño.
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© @villatascaofficial @hub161.itEsta celebración ha sido un motivo de alegría en la casa del príncipe Roberto de Luxemburgo que el pasado marzo tuvo que comunicar con enorme tristeza y dolor la muerte de su hijo pequeño, Federico de Nassau, a los 24 años, afectado por un trastorno mitocondrial genético (POLG) que le habían diagnosticado hace una década. El pequeño de la casa, aunque cada vez más debilitado, sí pudo presenciar la primera boda de su hermana, la que se celebró en Suiza, sin embargo, la muerte le llegó antes de que se celebrara esta boda en la isla de Sicilia. Fue su padre, el príncipe Roberto, el que en un emotivo comunicado explicó todo lo que sentía al perder a uno de sus tres hijos y dedicó palabras a todos ellos: "Charlotte me recuerda que el sol ha brillado todos los días desde la muerte de Federico, entrando a raudales en la habitación y calentando la cama donde yacía por última vez".
