Príncipe Alois, el relevo

Por hola.com

El príncipe Alois tomará las riendas de su reino el próximo 15 de agosto. Una fecha enmarcada por la tradición y los festejos, pues se trata además del día nacional de Liechtenstein. Así, entre juegos, espectáculos, música, exquisiteces culinarias y juegos artificiales, el hijo mayor del príncipe Hans-Adam II se topará por fin con su destino. Un destino excepcional para el que sus padres, el príncipe Hans Adam y la princesa Marie, le educaron nada más nacer, el 11 de junio de 1968, en Zurich.

Alois, que recibió su nombre de pila en memoria de su bisabuelo Alois de Liechtenstein, padre del príncipe Francisco José II, creció recorriendo los pasillos y salones del Castillo de Vaduz, junto con sus padres, hermanos, y abuelos y estudió las disciplinas propias de su futuro papel -aprobó el examen Matura (de negocios, literatura e historia) en primavera de 1987; ingresó en la Academia Real Militar de Sandhurst, Gran Bretaña, donde completó su educación oficial; sirvió como teniente durante seis meses en la Coldstream Guards en Hong Kong y Londres; se licenció en Derecho en la Universidad de Salzburgo, y el 15 de agosto de 1990, con motivo de la declaración de lealtad, juró con su padre, el príncipe Hans Adam II, respetar la Constitución-.

Un pequeño reino millonario
Toda una vida encaminada al mismo fin: reinar. Aunque, eso sí, amenizada por el arte, las ciencias, el deporte, la historia, las risas con los amigos... Y compartida con la única mujer que le ha conquistado de verdad el corazón. Contrajo matrimonio el 3 de julio de 1993 con la princesa Sophie, Duquesa de Baviera, madre de sus cuatro hijos: el primogénito, Joseph, (1995), que nació en Londres debido a la permanencia en el extranjero de la pareja; Marie Caroline (1996), George, (1999) y el pequeño Sebastian (2000). Diez años después de aquella promesa de amor, tiempo a lo largo del cual han superado difíciles pruebas como fue el tumor cerebral que terminó venciendo la princesa Sophie, volverán a enfrentarse juntos a un nuevo reto: perpetuar el esplendor del reino de Liechtenstein.

Y es que el príncipe Alois recibe de su padre, el príncipe Hans Adams, de 57 años, posiblemente, el único reino del mundo en el que un Jefe de Estado no cuesta absolutamente nada a los contribuyentes. La fortuna de los Liechtenstein es una de las más grandes del mundo y se sustenta en la gran compañía financiera Liechtenstein Global Trust, numerosas propiedades agrícolas y una vasta y prestigiosa colección privada de arte -los Liechtenstein han sido grandes mecenas-, que se sitúa inmediatamente después de la de la Reina de Inglaterra.