Isabel II describió 1992 como su annus horribilis, pero es porque no se imaginaba cómo iba a ser su 2020: con la salida de los duques de Sussex, las finanzas de sus palacios tocadas por la ausencia de turistas por la pandemia y el cerco judicial en torno a su hijo favorito, el príncipe Andrés, por el Caso Epstein. El siguiente, el 2021, tampoco fue mucho mejor ya que falleció su marido, el príncipe Felipe. Años especialmente malos han tenido todos los soberanos, sin embargo, a Carlos III le ha tocado el suyo en un momento complicado, al comienzo de su reinado. Ahora, cuando se cumple el primer aniversario de su coronación en la Abadía de Westminster, recordamos cómo ha sido para él la primera mitad del 2024.
La retirada de Kate Middleton, la princesa de Gales y 'joya' de la Corona británica
Fue el 16 de enero cuando la princesa de Gales ingresó en la London Clinic de la capital británica para someterse a una cirugía abdominal de la poco se conocía. Con el tiempo, el ingreso hospitalario de trece días y la retirada total de la vida pública (también la del príncipe Guillermo) comenzaron a levantar sospechas. Sin embargo, lo verdaderamente anecdótico de ese día, es que 90 minutos después de que el palacio de Kensington anunciara la operación de Kate, el palacio de Buckingham comunicó que el rey Carlos III también iba a pasar por el quirofano.
La operación de Carlos III
Dejando ver, una vez más, que cada oficina va por libre, el mismo día que el Reino Unido encajaba la ausencia de la princesa de Gales, la chica de clase media que se ha convertido en la más popular de la monarquía británica, Buckingham comunicaba que el soberano sería intervenido para tratar su agrandamiento benigno de próstata y que sería ingresado durante unos días (al final fueron tres) en el mismo centro hospitalario en el que estaba la princesa Kate.
Dos altas hospitalarias con buen pronóstico
Otra coincidencia llegó el 29 de enero cuando tanto Kate como Carlos III recibieron el alta hospitalaria. La Princesa de Gales lo hacía con total discreción, no se la vio ni pudo ser captada por la prensa, mientras que el monarca salía sonriente y saludando a todos. Entonces, tanto los comunicados como los movimientos de la Familia Real hacían pensar que el susto había pasado y se esperaba que la institución retomara cierta normalidad. Sin embargo, esa impresión duró solo una semana.
El primer mazazo: el comunicado que anuncia el cáncer del rey
El 5 de febrero, el mismo día que el Palacio de Kensington anunció que el príncipe Guillermo se incorporaría a las funciones institucionales, lo que indicaba que la evolución de Kate era positiva. A las 18:00 h (hora británica) el Palacio de Buckingham comunicó que Carlos III tiene cáncer, aunque no se especificó de qué tipo. El Rey canceló sus actos públicos, pero no los asuntos de Estado, ni sus reuniones con el Primer Ministro, por lo que el flujo de información sobre la evolución del rey se mantuvo constante.
Guillermo, un príncipe de Gales desmejorado y sin rumbo fijo
En cualquier monarquía la enfermedad del soberano es el momento en el que todas las miradas se ponen en el príncipe heredero, así que la enfermedad de Carlos III se presentaba como un momento de máxima exposición para el príncipe Guillermo. Sin embargo, cuando el Reino Unido esperaba que el hijo de Diana de Gales aportara normalidad, estabilidad y continuidad al frente de la Corona británica, comenzaron a suceder movimientos extraños. La agenda del príncipe de Gales se volvió algo errática, inconstante y algunos de sus actos fueron criticados abiertamente por chocar contra intereses de Estado. Tampoco mostró unidad con la otra persona que se había quedado al frente de la institución, la reina Camilla, y su apariencia física, muy desmejorada, sirvió para que se desataran toas las alarmas: era evidente que sucedía algo más de lo que estaban contando y el siguiente movimiento solo sirvió para afianzar esa sospecha.
La primera gran crisis institucional del príncipe Guillermo y Kate Middleton
El 10 de marzo, día de la madre en el Reino Unido, la princesa de Gales reapareció con sus tres hijos después de su operación abdominal en una foto con la que se pretendía poner normalidad y agradecer todos los gestos de apoyo a la familia. La foto, retirada de las agencias al haber sido editada hasta un punto que nunca sabremos, desató la primera gran crisis institucional de los príncipes de Gales. Hasta ese momento los medios de comunicación y la opinión pública la había protegido, todos querían que se respetara el deseo de la princesa de tener una convalecencia tranquila y con la máxima privacidad, pero ese engaño se tradujo en una una falta de credibilidad sin precedentes. ¿Qué le pasa realmente a Kate? Esa era la gran incógnita.
El segundo mazado: la princesa de Gales tiene cáncer
En medio de toda la polémica y con todo tipo de teorías mermando la credibilidad de la institución, el palacio de Kensington anunció el viernes 22 de marzo que tiene cáncer, una noticia con repercusión internacional. Además de comunicarse por vías oficiales, la propia Kate lo contó mediante un vídeo que había grabado la BBC dos días antes en su casa de Windsor, Adelaide Cottage. Tanto las palabras escogidas por ella, como el modo de contarlo, el lugar y la producción del propio video transmitían verdad. En ese momento la mayoría de incógnitas quedaron despejadas y el Reino Unido comprendió también la retirada del príncipe heredero, en ese escenario, solo quedaba esperar el regreso del rey, algo que ya es una realidad, puesto que Carlos III se incorporó a la vida pública la semana pasada.
'Todo va bien'
Un mes después del vídeo de Kate, el príncipe Guillermo contestó a un grupo de ciudadanos que le esperaban en el condado de Tyne y Wear durante un acto oficial. "Todo va bien", afirmó el heredero y esta es toda la actualización médica que ha habido hasta ahora sobre la princesa de Gales. Mientras, desde el Palacio de Kensington, han compartido fotos para marcar las fechas señaladas, los cumpleaños de los niños y el aniversario de boda, algo que viene siendo habitual.
El regreso del rey
Cuando se cumple el primer aniversario de su coronación, Carlos III ha regresado a la vida pública confirmando que su intención es estar presente en las grandes citas de este año, desde el Trooping the Colour hasta el viaje de octubre para reunirse en Samoa con los líderes de la Commonwealth, pero que ya se verá. El Palacio de Buckingham afirma que es pronto para hacer planes a largo plazo a la vez que ha anunciado ya las primeras fiestas en el jardín de la temporada y una presencia "significativa" del soberano en las carreras de Ascot.
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