Andrés Mountbatten-Windsor (65 años), como se le conoce desde que ya no es príncipe, asistirá en los próximos días a su primer gran evento familiar de la realeza desde que fuera despojado de todos sus títulos tras las últimas revelaciones sobre el caso Epstein. Se trata del bautizo de su nieta Athena, un acto de carácter íntimo y privado que tendrá como escenario la Capilla Real del Palacio de St James en la ciudad de Westminster (Londres). Allí acudirá también su exmujer, Sarah Ferguson (66), quien igualmente ha dejado de ser duquesa después de verse salpicada por el escándalo relacionado con el fallecido magnate estadounidense acusado de pederastia.
Será el próximo viernes 12 de diciembre cuando, según adelanta el Daily Mail, el hermano del monarca acuda a dicha cita que tendrá como protagonista a la hija menor de la princesa Beatriz. La bebé nació de forma prematura el pasado 22 de enero, por lo que dentro de mes y medio cumplirá su primer año de vida. Como es lógico, la madre de la niña y su marido, el promotor inmobiliario Edoardo Mapelli Mozzi, han invitado a sus seres queridos y amigos íntimos. Sin embargo, hay quienes tendrían cierto reparo en ir porque, según el citado medio, no quieren compartir foto con Andrés después de toda la polémica que le rodea.
De la misma manera, todavía se desconoce si los principales representantes de la corona británica irán al bautizo de la pequeña, caso de los reyes Carlos y Camilla; los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton, con sus hijos George, Charlotte y Louis; así como los duques Eduardo y Sophie de Edimburgo. En cualquier caso, no se espera que vayan, como tampoco lo hará Ana de Inglaterra, quien tiene agendado un compromiso institucional para esa fecha visitando la Real Academia Militar de Sandhurst y asistiendo al Desfile del Soberano en Camberley, en Berkshire.
Los que sí harán acto de presencia al cien por cien son Eugenia de York y su marido Jack Brooksbank con sus niños August y Ernest, estos dos últimos para estar con su prima pequeña. Para la princesa es muy importante no faltar en un día como este y apoyar a su hermana mayor en medio de las tensiones familiares. También se espera la asistencia de sus amigas Holly Branson, Willow Crossley y Gabriela Peacock, esta última madrina de Sienna, la hija mayor de Beatriz.
Bajo este panorama, lo que en cualquier otra época hubiera sido un encuentro alegre, feliz y emotivo, se ha tornado en algo incómodo por los últimos acontecimientos. Al parecer, la relación de Beatriz con su padre no es especialmente buena, pero tampoco quería dejarle fuera de un evento como este. Según su entorno, ella entiende que "sería muy cruel" por su parte privarle de una cita así, sabedora de que este "adora a sus nietas" y atraviesa por un momento sumamente complicado. Alejado por completo de la vida pública, cuando casi todo el mundo le ha dado ya la espalda y le ve como un apestado, la Princesa no será, desde luego, quien le dé la puntilla a su progenitor.
Aunque tratará seguro de pasar desapercibido ante la prensa, todos los ojos estarán puestos en Andrés Mountbatten-Windsor, cuya última aparición se produjo el pasado 16 septiembre durante el funeral por la duquesa de Kent en la Catedral de Westminster. Ahora, es probable que sea fotografiado mientras se desplaza desde su casa hasta el palacio y viceversa, pero se asegura que no aparecerá en ninguna imagen oficial del bautizo. En este sentido, cabe recordar que no ha sido invitado a unirse a la Familia Real en la Iglesia de Santa María Magdalena para su tradicional misa de Navidad en Sandringham.









