Como es sabido, la Corona británica mantiene lazos históricos inquebrantables con los países de la denominada Commonwealth (creada en 1931), donde muchos de ellos tienen actualmente al rey Carlos III como su jefe de Estado. Por ello, siempre que ocurren acontecimientos de gran calado o sucesos de impacto en alguno de estos territorios, por muy lejos que estén geográficamente hablando, los Windsor viajan allí o se pronuncian de manera oficial para mostrarles su cercanía y apoyo según el caso.
Dicho lo cual, se entiende por tanto que todos los miembros de la Familia Real inglesa están siempre del lado de aquellos que forman parte de las Mancomunidad de Naciones, sea a nivel político, cultural.... e incluso deportivo. Es precisamente esto último lo que ha generado cierto revuelo tras la última aparición pública del príncipe Harry con Meghan Markle, cuando ocurrió algo que para muchos no pasa de ser algo anecdótico, pero que para otros supone un fallo y son cosas -por muy menores que parezcan- que el hermano menor de Guillermo de Inglaterra debe cuidar en un futuro.
El hecho en cuestión tuvo lugar la semana pasada (el 28 de octubre) cuando los duques de Sussex sorprendieron con su presencia en el estadio de Los Ángeles Dodgers, donde tuvieron la oportunidad de presenciar el partido de las Series Mundiales que enfrentaba a los locales contra los Toronto Blue Jays (y que ganaron los primeros). Allí, sentados en el palco de honor, ambos lucieron la gorra azul clásica del equipo estadounidense -del que Meghan es fiel seguidora-, animándoles así con su atuendo durante el choque. ¿Cuál fue el problema? Que el conjunto rival es canadiense, esto es, de un país que pertenece a la citada Commonwealth.
"Estaba bajo presión", explica Harry con una sonrisa
La cosa podría haber quedado ahí, sin más, pero es que el príncipe Harry ha visitado después Toronto por otros asuntos, y es ahí donde este ha entonado el mea culpa cuando le preguntaron por ello. “En primer lugar, quiero disculparme con Canadá por haberla usado. En segundo lugar, me vi obligado. No tenía muchas opciones y estaba bajo presión”, dijo a CTV News con una sonrisa en el rostro, evidentemente quitándole hierro al tema. En este sentido, cuenta que “fui invitado por el propio dueño de los Dodgers, así que hice lo que pensé que era lo cortés”.
Tras ello, el hijo menor de la recordada Diana de Gales hace propósito de enmienda y aseguraba en tono distendido que "de ahora en adelante llevaré siempre la gorra de los Jays, para asegurarme de no volver a cometer esos errores”. Incluso, mostrándose muy divertido al hablar de su propio aspecto físico y capilar, comentó que “cuando te falta mucho pelo en la parte superior y estás sentado bajo reflectores, aceptas cualquier sombrero que esté disponible”.








