El comunicado con el que Carlos III ha despojado de todos sus títulos, incluyendo el de príncipe, a su hermano ha sido todo un golpe en la mesa después de dos semanas con un goteo incesante de información que apuntaba en la misma dirección: la renuncia de hace dos semanas de Andrés no ha sido suficiente. Pocas salidas le quedaban ya al Rey que ha optado por tomar las riendas de la situación. Puede parecer que el resultado es el mismo ya que Andrés ya no utilizaba de facto sus títulos ni honores, pero nada es igual, ni siquiera su nombre.
Andrés, antes conocido como príncipe...
Todo ha cambiado con este comunicado sin precedentes, firmado esta vez por Carlos III y con un tono especialmente duro. En primer lugar, "el príncipe Andrés será ahora conocido como Andrés Mountbatten Windsor". Tras comunicar la retirada formal de sus títulos y honores, la primera frase afecta directamente a la identidad de quien era llamado príncipe hace apenas unas horas, un título de nacimiento como hijo de la reina Isabel II al que no se planteaba renunciar cuando decidió dejar de usar el histórico ducado de York.
En los términos del Rey
Andrés Mountbatten Windsor no seguirá viviendo en Royal Lodge. Era un secreto a voces que la mudanza iba a ser inminente, pero se desconocía los términos en los que se produciría. Ahora Buckingham ha dejado claro que será en los que dicte el Rey. Aunque fuentes de palacio han asegurado a la prensa británica que el hermano de Carlos III está de acuerdo y abandonará cuanto antes la vivienda, el comunicado deja constancia de que ha sido notificado formalmente de la rescisión del contrato. Aunque se trata del procedimiento legal para hacerlo, es significativo que se detalle de esta manera, sin aludir a un consenso en ningún momento.
Mensaje a las víctimas
Sin suavizar el tono, Buckingham define y justifica así las medidas anunciadas: "Estos actos de censura eran necesarios", para después hacer un inciso y recordar lo obvio, que Andrés continúa negando las acusaciones contra él. Recordemos que nunca ha sido juzgado ya que llegó a un acuerdo extrajudicial millonario con Virginia Giuffree, que le denunció por abusar sexualmente de ella cuando era menor de edad y se quitó la vida el pasado mes de abril. El Rey no ignora que no pesa ninguna sentencia de culpabilidad contra Andrés, pero termina su mensaje dirigiéndose a las víctimas y supervivientes para trasladarles que cuentan con su solidaridad. Y estas últimas palabras las dice en su nombre y en el de la reina Camilla, siempre comprometida con la lucha contra la violencia de género y la explotación sexual.







