Tanto biógrafos británicos como historiadores españoles han coincidido en que no había nada de casual en los veranos en que Carlos y Diana, como príncipes de Gales, se instalaron el Palacio de Marivent, invitados por el rey Juan Carlos y la reina Sofía. Más allá de los lazos de sangre, de las excelentes relaciones que han tenido las dos monarquías y de los generosos consejos que Isabel II brindó al soberano español en los albores de su reinado, lo cierto es que esos viajes buscaban salvar un matrimonio, el de los Gales, que todos sabían que estaba roto. Teníamos la versión de la princesa Diana, porque se la dio a Andrew Morton en 1992, pero ahora, gracias a las memorias del rey Juan Carlos, cuyos extractos han publicado por adelantando los franceses Le Point y Le Fígaro, sabemos algo que nunca había trascendido, la opinión que el que fuera jefe del Estado hasta el año 2014 tenía de la princesa británica y además niega uno de los grandes rumores de la época: un romance con ella.
"Fría, taciturna, distante, salvo cuando había paparazzi"
Los príncipes de Gales debutaron en la residencia de verano de la Familia Real española en 1986 y volverían juntos hasta en tres ocasiones más hasta el verano de 1990, son entonces cuando se tomaron esas fotos icónicas de Diana de Gales a las puertas de Marivent, guapísima y abrazada al príncipe Harry, algo abrumado ante la atención de los fotógrafos.
El rey Juan Carlos, en el libro titulado Réconciliation. Mémoires. Juan Carlos I d’Espagne, escrito por la periodista francesa Laurence Debray, describe a la princesa fallecida en 1997 como una mujer "fría, taciturna, distante, salvo cuando había paparazzi" y niega haber tenido un "affaire" con Diana de Gales. Un asunto que da vueltas desde finales de los ochenta. Esto coincide plenamente con lo que Diana le contó a Andrew Morton en 1992 en ese libro que cambió para siempre la narrativa de la monarquía británica. "La opinión pública pensó que Diana había ideado esas vacaciones de cubo y pala de arena en Mallorca para escapar de los rigores de Balmoral, pero las vacaciones habían sido idea del príncipe Carlos. Hubo incluso ridículas habladurías que relacionaban románticamente al rey Juan Carlos con Diana, en realidad el rey se llevaba mejor con Carlos que con la princesa, que lo encontraba demasiado playboy para su gusto", cuenta Morton en un libro que, hay que recordar, que tras la muerte de la princesa de Gales se supo que había sido directamente dictado por ella a través de unas cintas que salían a escondidas del Palacio de Kensington.
"La reina Isabel les había informado sobre las dificultades que atravesaba el matrimonio de los Gales"
En ese libro, Diana de Gales narra como en ese preciso momento se encontraba con la confianza y la autoestima totalmente minada, recuerda que estuvo enferma (en ese momento estaba muy afectada por la bulimia) la mayoría de los días, mientras que su marido, el príncipe Carlos, era agasajado por sus anfitriones. Curiosamente, por ese tiempo Diana contaba que dentro de la familia le sugerían que fuera más con Fergie, más atrevida y desenfadada, quien lo iba a decir ahora cuando Sarah Ferguson está envuelta en un escándalo sin precedentes.
En lo que respecta al trato que el rey Juan Carlos y la reina Sofía dieron al príncipe de Gales, poco hay que decir: son familia. Todos descienden de la reina Victoria, el duque de Edimburgo nació en la familia real griega y la reina Isabel II apoyó, en la medida que pudo, la llegada y consolidación del rey Juan Carlos en el trono español. Biógrafos como el reconocido Robert Hardman repasando la vida de Isabel II menciona que ella era generosa en cuanto su conocimiento y que durante los albores del reinado de Juan Carlos I no dudó en compartir su visión. "El rey español profesaba un profundo respeto por la reina Isabel y solía telefonearla a menudo", afirmó Antony Acland, embajador británico en Madrid, al citado escritor.
"Hubo incluso ridículas habladurías que relacionaban románticamente al rey Juan Carlos con Diana"
Esa buena relación entre ambas casas nos lleva directamente a los motivos que impulsaron ese viaje. El escritor, historiador y periodista español Fernando Rayón, en su libro sobre la reina Sofía, da una pista sobre las razones de esas vacaciones: "Meses antes, durante la histórica visita de don Juan Carlos y doña Sofía al Reino Unido, la reina Isabel les había informado sobre las dificultades que atravesaba el matrimonio de los Gales. Doña Sofía pensó inmediatamente en Marivent. Y el mar fue efectivamente una terapia, lo mismo que lo fueron las conversaciones del Rey con Diana y de la Reina con Carlos... pero entonces solo consiguieron retrasar la inevitable ruptura matrimonial".











