Meghan Markle ya está de vuelta a Estados Unidos después de un viaje relámpago a París, donde -entre la ida y la vuelta- casi ha estado más tiempo en el avión que en la propia ciudad. Eso sí, la duquesa de Sussex ha exprimido al máximo su estancia allí, disfrutando de los encantos únicos que ofrece un lugar como este. Para empezar, pasaba por delante de algunos de los monumentos arquitectónicos más importantes y emblemáticos como son la Torre Eiffel o el Arco del Triunfo, y después se hospedaba en un hotel de lujo.
Una vez dentro, la mujer del príncipe Harry era tratada como una auténtica reina y recibía una relajante sesión de peluquería y belleza (donde había acopio de pintalabios) por parte de varios profesionales. También degustaba algunas de las exquisiteces propias de la gastronomía francesa, incluidas unas deliciosas patatas fritas caseras. De ahí, ponía rumbo a la Semana de la Moda de la capital francesa para apoyar a su amigo, el diseñador italiano Pierpaolo Piccioli, nuevo director creativo de Balenciaga. Ambos, nada más verse, se fundían en un cariñoso abrazo. Para ver todas las imágenes, ¡no te pierdas el vídeo!