Las últimas 24 horas han sido intensas en el Castillo de Windsor, blindado y engalanado, para la visita de Estado de los Trump al Reino Unido. El rey Carlos III, la reina Camilla y los príncipes de Gales brindaron a Donald y Melania Trump un recibimiento sin precedentes. "Esta segunda visita de Estado es uno de los mayores honores de mi vida", dijo el Presidente de los Estados Unidos durante el banquete y no es de extrañar, ya que para él, tanto la Casa Real británica como el Ministerio de Defensa, ha desplegado todos los honores conocidos y hasta se han creado algunos nuevos, como ser recibido por una triple guardia de honor, cuando normalmente solo participa uno de los regimientos, o el espectacular desfile militar, con acrobacias áreas incluidas, que tu lugar antes de la cena de gala en el espectacular Salón de San Jorge. Tras la pompa y la diplomacia suave de la realeza británica, llega el momento de poner sobre el papel los acuerdos sobre comercio, defensa e inversiones, y para eso Donald Trump cambia Windsor por Chequers y a Carlos III por Keir Starmer, el Primer Ministro Británico. Sin embargo, Melania Trump ha podido disfrutar durante unas horas más del castillo habitado más grande del mundo, primero acompañada por la reina Camilla y luego descubriendo el mundo salvaje de Kate Middleton.
Agendas separadas en el último día de visita de Estado
Tras el ceremonial del miércoles toca abrir la agenda política y para ello Donald Trump ha comenzado despidiéndose de Carlos III, al que califica como un "gran amigo", a las 10:22 hora local con un apretón de manos y presencia de la Guardia de Honor. El Marine One volvía a alzarse sobre el Castillo de Windsor para llevar al mandatario estadounidense hasta Chequers en un trayecto de 15 minutos, la casa de campo que el gobierno británico brinda a sus primeros ministros y la forma de esquivar Londres, donde se concentran el grueso de las manifestaciones.
Chequers no es el Castillo de Windsor, pero también es una espléndida mansión de estilo Tudor que fue construida en siglo XVI y emerge imponente en plena campiña inglesa. Además, es el lugar donde tradicionalmente los primeros ministros británicos se retiran para "pensar con claridad". Allí Donald Trump ha sido recibido por Keir Starmer y los diversos acuerdos que tienen pendientes, principalmente sobre comercio, inversión y defensa. Aunque, antes de meterse en materia, el Presidente y el Primer Ministro han visitado los archivos de Winston Churchill, figura clave de la Segunda Guerra Mundial y el que logró convencer a Estados Unidos —bajo el liderazgo de Roosevelt— para entrar en la contienda. Un esfuerzo diplomático que le costó, pero que acabaría inclinando la balanza a favor de los Aliados. Esa alianza histórica, que fue evocada estos días en Windsor, es parte de la memoria compartida entre ambos países y lo que les ha hecho aliados en materia de defensa.
De la Casa Blanca a la Casa de Muñecas
Tras la salida del político estadounidense del Castillo de Windsor, la reina Camilla y Melania Trump, con un traje de cuero color caramelo de Louis Vuitton, han puesto rumbo a una de las exposiciones reales más bonitas de la temporada, la Casa de Muñecas de la Reina María de Teck, la mujer de Jorge V y, por tanto, bisabuela del rey Carlos III. Esta casa de muñecas es una verdadera obra de arte y un escaparate de los mejores fabricantes británicos de la época. Este proyecto se inició en 1921 y se terminó en 1924 y contó con la colaboración de 250 artesanos y fabricantes, 60 artistas-decoradores, 700 artistas, 600 escritores y 500 donantes.
Melania Trump ha tenido además la suerte de ver la Casa de Muñecas de la Reina en la misma sala para la que fue diseñada y después de que el año pasado la reina Camilla, con motivo del centenario de la casita, ampliara su biblioteca, que hay que decir que, aunque a escala reducida, es mejor que la propia biblioteca del Palacio de Buckingham. Ya que, además de contener libros de referencia, impresos y estándares de la literatura, se encargaron libros a autores vivos y alrededor de 200 escritores contribuyeron con pequeños manuscritos, entre ellos Entre los autores británicos más destacados, encontramos a M. Barrie (Peter Pan), John Buchan (Los treinta y nueve escalones), G. K. Chesterton (El hombre que fue Jueves), Joseph Conrad (El corazón de las tinieblas), Sir Arthur Conan Doyle (Sherlock Holmes), John Galsworthy (La saga de los Forsyte), Robert Graves (Yo, Claudio), Thomas Hardy (Tess la de los d’Urberville), Aldous Huxley (Un mundo feliz), Rudyard Kipling (El libro de la selva), Somerset Maugham (El filo de la navaja), A. A. Milne (Winnie the Pooh) y Vita Sackville-West (Los eduardianos). También estuvieron los que se negaron a colaborar con el proyecto, como Virginia Woolf o George Bernard Shaw.
El nivel de detalle y el hecho de que todo esté en funcionamiento, también las tuberías, es algo que llama la atención de todos los que visitan esta casa diseñada por el arquitecto Edwin Lutyens, uno de los urbanistas británicos más importantes del siglo XX, que diseño, entre otras cosas, la ciudad de Nueva Delhi. Sin embargo, esta no era la única sorpresa que la reina Camilla, muy aficionada a la lectura, quiso mostrar a la Primera Dama nacida en Eslovenia y con pasado de modelo, otra biblioteca y esta no a escala 1:12.
Un lugar privado y cerrado al público
La reina Camilla acompañó a Melania Trump hasta una de las colecciones más valiosas y privadas de la monarquía británica: la Biblioteca Real de Windsor. Un lugar de incalculable valor que no está abierta al público general y cuya visita se reserva únicamente a jefes de Estado, académicos y otras personalidades invitadas en ocasiones especiales. En este lugar no solo se conservan obras de maestros del renacimiento, es que aquí se guardan las cartas y otros documentos personales de los soberanos británicos como la reina Isabel II o la reina Victoria.
En total son más de 200.000 objetos, incluyendo libros raros, manuscritos, dibujos, grabados, cartas históricas o ejemplares únicos de literatura inglesa, mapas antiguos y tratados científicos. Sirve como archivo histórico y artístico, y forma parte de la colección privada. Una muestra del impresionante patrimonio intelectual que atesora la monarquía británica.
Tras esta cita, la reina Camilla se ha despedido de la Primera Dama. Será Kate Middleton la que tome el relevo y ejerza de anfitriona en los Jardines de Frogmore para encontrarse con el Jefe Scout, Dwayne Fields, aventurero y estrella de televisión, y con miembros del programa Squirrels de los Scouts. Esta cita sí será la última para los Trump en Windsor, ya que de allí Melania Trump será trasladada a Chequers, a 65 kilómetros al noroeste de Windsor, para encontrarse con su marido, Donald Trump y continuar con el resto del programa de su último día de visita de Estado en el Reino Unido.