Este lunes 8 de septiembre el príncipe Harry ha aterrizado en el Reino Unido, un viaje de cuatro días que estaba programado para acudir a una entrega de premios en Londres y cuando suena con fuerza la posibildad de un encuentro con su padre, Carlos III. Sin embargo, nada más tocar tierra, el duque de Sussex ha pedido ser trasladado al Castillo de Windsor para visitar el lugar en el que reposan los restos mortales de la reina Isabel II, una visita cargada de simbolismo y emoción, ya que se produce justo en el tercer aniversario del fallecimiento de la soberana. Todo ello sin olvidar que, mientras Harry se desplazaba a Windsor, lugar en el que residen los príncipes de Gales, estos reaparecían en la localidad vecina de Sunningdale.
Tal y como avanza Daily Mail, el príncipe Harry fue recogido en el aeropuerto londinense de Heathrow por un oficial en servicio de la Policía Metropolitana del Escuadrón de Protección de la Realeza y Especialistas, lo que sugiere -según el citado medio- que está recibiendo protección policial en el Reino Unido. Algo que sería una novedad en sus relaciones con la Casa Real británica y que se enmarcaría en ese proceso de acercamiento que se estaría produciendo en los últimos meses, después de que Harry perdiera su batalla judicial con el Ministerio del Interior británico, algo que le distanciaba del rey Carlos III, como el mismo dijo en una entrevista con la BBC, y que llega también después de que los asesores de ambos fueran fotografiados durante una reunión en un club cercano al Palacio de Buckingham.
No es de extrañar que el príncipe Harry haya pedido desplazarse a Windsor en visita privada nada más llegar, ya que es allí donde reposan los restos mortales de sus abuelos, la reina Isabel II y el príncipe Felipe, anterior duque de Edimburgo, y también donde están muchos de los recuerdos de su infancia, de su adolescencia y del príncipe que un día fue. Harry pasó mucho tiempo en el Castillo de Windsor durante los años que pasó estudiando en el cercano Eton College y gracias a sus memorias se sabe que Isabel II algunos fines de semana se reunía allí con él y con el tiempo se dijo que Harry era su nieto favorito.
También fue en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor donde el príncipe Harry y Meghan Markle se casaron en mayo de 2018 y en cuyos terrenos reales fijaron su residencia oficial, Frogmore House, después de su boda y de un noviazgo que pasaron en el Palacio de Kensington, en Londres. Aunque vivieron poco tiempo como príncipes británicos en activo y los gastos de su reforma generaron una enorme polémica, esa residencia de Windsor fue la primera casa del príncipe Archie, que también fue presentado ante los medios de comunicación en el castillo después de nacer, y también fue allí donde la princesa Lilibet celebró su primer cumpleaños, aunque este ya tuvo lugar después de su salida de la realeza británica, cuando regresaron con motivo del Jubileo de Platino de Isabel II. El que fuera el último viaje de los Sussex al completo, en junio de 2022.
Después de esas celebraciones, llegó la muerte de Isabel II el 8 de septiembre de 2022 y fue entonces cuando los duques de Sussex regresaron sin sus hijos y fueron invitados por la Casa Real británica a realizar esa histórica salida del Castillo de Windsor con los príncipes Guillermo y Kate. Los cuatro, con una tensión evidente, se esforzaron por dar una muestra de unión ante el país tras el fallecimiento de su abuela, un espejismo para unas relaciones que estaban rotas y que, hasta donde ha trascendido, no parecen recuperables a corto plazo.
Una muestra de la ruptura entre ambos es lo que ha sucedido este lunes, ya que mientras Harry llegaba a Windsor, Guillermo y Kate se marchaban a Sunningdale, una localidad que como Windsor también está en el condado de Berkshire y en un desplazamiento de apenas doce minutos, pero suficiente para esquivar un posible encuentro y, sobre todo, dejar constancia pública de ello. Todavía es pronto para analizar el viaje del príncipe Harry, ya que solo acaba de comenzar y faltan muchos detalles, pero esto apuntalaría la idea que circula en los medios de comunicación británicos en las últimas semanas: un acercamiento es posible entre el príncipe Harry y Carlos III, pero esto no incluye a los príncipes de Gales.
La agenda conocida de Harry en el Reino Unido
En la tarde del lunes el príncipe Harry tiene que entregar el premio al “Niño Inspirador” en la categoría de 4 a 6 años y pronunciará un discurso ante los asistentes. Además, participará en una recepción privada con los premiados y sus familias, reforzando su imagen pública y recordando que aunque viva en los Estados Unidos sigue pendiente de las causas que apoyaba en suelo británico.También se ha confirmado en las últimas horas que el duque de Sussex se desplazará a Nottingham para anunciar una donación a Children in Need y visitar el Community Recording Studio, una iniciativa que utiliza la música y el cine como herramientas de inclusión social para jóvenes vulnerables.
El Palacio de Buckingham ha guardado silencio sobre si Carlos III, que se encuentra actualmente en su residencia escocesa, se reunirá con Harry por primera vez en 19 meses. Padre e hijo se vieron por última vez en febrero de 2024, cuando Harry voló al Reino Unido después de que se anunciara que a Charles le habían diagnosticado cáncer. Sin embargo, recientemente ha habido señales de que la relación fracturada se está aliviando y que una reconciliación podría estar al alcance.