El duque de Sussex se encuentra "en un buen estado de ánimo" y "muy emocionado" por poder regresar al Reino Unido, según ha revelado una fuente a HELLO!. Harry volverá a Reino Unido este lunes para una visita de cuatro días que incluirá una aparición de lo más especial en la 20.º edición de los premios Wellchild Awards en Londres y que continuará con una visita a una organización benéfica con sede en Nottingham. La cita, además, coincide con una efeméride muy importante para los Windsor: el tercer aniversario de la muerte de Isabel II.
Harry, de 40 años, es patrocinador de WellChild -la organización benéfica para niños gravemente enfermos- desde 2007 y ha convertido los premios en una prioridad, asistiendo en 14 ocasiones anteriores. La organización benéfica es una de las pocas causas que ha mantenido tras retirarse como miembro de la realeza a tiempo completo en 2020 junto a su esposa, Meghan Markle. La ceremonia rinde homenaje al valor de los niños gravemente enfermos y sus familias, y Harry volverá a pronunciar un discurso y a entregar el premio al 'Niño Más Inspirador'.
El martes, el duque de Sussex anunciará una importante donación a Children in Need durante un evento en Nottingham, un espacio enfocado en la lucha contra la violencia juvenil y el apoyo a los jóvenes a través de actividades de divulgación, deportes y artes creativas. El itinerario de Harry incluirá una reunión privada con Children in Need, la Comisión de Policía y Crimen y líderes comunitarios, así como conversaciones informales con jóvenes que ha conocido en el pasado.
"Está muy emocionado por volver al Reino Unido", ha afirmado una fuente a la revista HELLO!. "Mantiene un buen estado de ánimo. Tiene muchas ganas de ver a todos los miembros de sus organizaciones benéficas cara a cara y centrarse en las causas. Está muy positivo por volver a hacer todo lo que le gusta hacer", ha añadido. Los medios británicos apuntan a un posible reencuentro con su padre, el rey Carlos III, aunque las últimas informaciones hablan de una serie de exigencias por parte del duque de Sussex que podrían alejar su reconciliación en terreno británico.
Tres requisitos clave para el reencuentro
Según ABC, Harry ha puesto sobre la mesa una serie de requisitos para que el encuentro con su padre pueda producirse. Se trata de tres condiciones muy concretas que, de confirmarse, pondrían a prueba la disposición del monarca a ceder en cuestiones sensibles, además de demostrar en qué punto se encuentra la tensión entre los Sussex y la Casa Real británica. El duque de Sussex estuvo por última vez en el Reino Unido en abril para asistir a una vista judicial relacionada con su recurso contra la retirada de su seguridad oficial, un caso que finalmente perdió; pero la última vez que vio a su padre fue en febrero de 2024. Entonces, el príncipe Harry demostró su disposición para retomar la comunicación con su padre al coger un avión desde Estados Unidos para verlo durante unos treinta minutos al enterarse de que padecía cáncer.
La primera condición es que la seguridad de toda su familia quede garantizada en sus viajes a territorio británico, y, además, que sea sufragada por el propio monarca. Lo que realmente ha marcado la distancia entre el príncipe Harry y su padre han sido los litigios judiciales que él ha emprendido en suelo británico, principalmente, la batalla judicial de los Sussex contra el Ministerio del Interior del país. "No quiere hablar conmigo por cuestiones de seguridad", confesó el Príncipe en la entrevista que concedió a la BBC en mayo, donde lanzó un mensaje de reconciliación claro y emotivo. "Me encantaría reconciliarme con mi familia. No tiene sentido seguir peleando, la vida es preciosa", dijo.
La segunda condición estaría relacionada con la comunicación, pues Harry sostiene desde hace tiempo que la Familia Real, a través de sus departamentos de prensa, filtra información a los tabloides británicos. Ahora, el duque de Sussex pide un "control de la prensa", pidiendo así que todo contacto con los medios sea estrictamente controlado por el Palacio de Buckingham, de manera coordinada y sin espacio para filtraciones, rumores o enfoques parciales que dañen aún más su imagen.
La tercera condición, y quizá la más polémica de todas, en nada tiene que ver con la seguridad o la prensa, más bien con el protocolo: Harry habría pedido que su mujer, Meghan, sea tratada en los eventos como Su Alteza Real, con todas las deferencias que dicho tratamiento conlleva, véase reverencias o los saludos formales que en su día le correspondían como duquesa de Sussex -en activo-.
El fallecimiento de la duquesa de Kent
Ahora se suma una nueva variable: el fallecimiento de la duquesa de Kent, ocurrido apenas unos días antes de la llegada de Harry. Una pérdida que ha sacudido a los Windsor y por la que el monarca ha decretado el luto real. En este contexto, los planes pueden cambiar, tal y como ha avanzado el Palacio de Buckingham en el comunicado que ha compartido confirmando la muerte de la duquesa de 92 años. El dolor podría abrir una puerta inesperada, ya que Harry siempre ha querido estar presente en los funerales de su familia, aunque de momento no se ha comunicado la fecha ni las circunstancias en que será despedida.