Después de casi siete semanas alejados del foco público, el príncipe Guillermo y Kate Middleton, reaparecen este primer jueves de septiembre con una visita al Museo de Historia Natural de Londres, marcando así el regreso a la agenda oficial. Su último acto institucional tuvo lugar a finales de julio, antes de su tradicional retiro a Escocia para pasar unos días en el Castillo de Balmoral, donde fueron vistos junto a sus hijos acudiendo a la tradicional misa en la iglesia cercana de Crathie Kirk. Fue entonces cuando la princesa de Gales ya parecía mucho más rubia, aunque las imágenes fueron fugaces y en el interior de un coche. Ahora, de cara al otoño, confirma que este es su nuevo color.
Ha sido una transformación discreta pero llamativa y marcada por el verano, ya que la suya es una melena soleada que no altera la sobriedad propia de su figura. Aun así, todos los cambios de look de la princesa de Gales, por sutiles que sean, son comentados. Quizá por eso lo ha acompañado de uno de sus uniformes de trabajo más habituales: blazer de tweed. La cita, para conocer la tecnología que está implementando el museo para proyectos de conservación e investigación de la biodiversidad, algo en lo que Kate está especialmente interesada en los últimos tiempos, cuando ha lanzado distintas iniciativas vinculadas con la naturaleza, terminó pasada por agua, justo cuando la princesa de Gales se había desplazado a los jardines para saludar a un grupo de escolares.
Con este acto, los Gales retoman la normalidad después de su paso por Escocia y de las vacaciones familiares privadas con los príncipes George (12), Charlotte (10) y Louis (7), que ahora retoman también el curso escolar, especialmente emocionante para el príncipe George, que afronta su último año de educación primaria (Year 8) en el Reino Unido). Lo que significa que el próximo verano tendrá que cambiarse de centro y ya se barajan opciones para él, comenzando por el tradicional Eton College, que, además de estar cerca de su casa, es el lugar en el que se formó su padre, el príncipe Guillermo, y su tío, el príncipe Harry. Otro de los aspectos emocionantes para la familia del heredero británico, es que a final de este año trasladarán su residencia a lo que llaman el "hogar definitivo", Forest Lodge.
Los príncipes de Gales no han dejado de estar presentes en la actualidad. Durante estas siete semanas han desplegado una estrategia que les ha permitido mantenerse visibles sin exponerse públicamente y, sobre todo, sin sacrificar su descanso. Lo han hecho compartiendo de forma puntual algunos vídeos en sus redes sociales, donde mostraban nuevos proyectos o revelaban detalles de los anteriores. Pero lo cierto es que, hasta ahora, el tiempo ha sido completamente suyo. Han reaparecido justo la misma semana en que sus hijos regresan a la escuela Preparatoria Lambrook en Berkshire, una decisión que responde al compromiso que asumieron tras la enfermedad de Kate: priorizar, en la medida de lo posible, el tiempo en familia. Al menos mientras sus hijos sean pequeños, sabiendo que cuando les toque ocupar el trono, buena parte de su agenda quedará ligada a las labores de Estado, que ahora recaen principalmente en Carlos III.