Harriet Sperling, la novia de Peter Phillips —el hijo mayor de la princesa Ana—, se ha ido ganando un lugar cada vez más visible dentro del entorno de la Familia Real británica. En los últimos meses, ha ocupado espacios tradicionalmente reservados a los Windsor: la hemos visto ocupando una carroza en las carreras reales de Ascot, en el palco real del estadio de Wimbledon y compartiendo confidencias con los reyes Carlos y Camilla en actos informales. En tiempos de Isabel II, este tipo de apariciones solía tener un significado claro, y algunos medios británicos ya especulan con la posibilidad de una boda en el horizonte. Pero también podría ser otra señal de los nuevos tiempos. Bajo el reinado de Carlos III, la vieja norma del “no ring, no bring” —si no hay anillo, no hay invitación— parece estar perdiendo fuerza. ¿Cambio de protocolo o preludio de campanas de boda?
Con 45 años, una carrera como enfermera pediátrica en el sistema nacional de salud y una niña de un matrimonio anterior, Harriet Sperling parece haberse integrado con naturalidad en la esfera real y además pronto ha sido alabada por su estilo a la hora de vestir en escenarios que no son nada fáciles. Esto ha hecho que sin que haya ningún anuncio oficial, que tampoco tendría que ser necesario, puesto que Peter Phillips, que ya se casó una vez, no forma parte de la vida institucional, los rumores de compromiso se repitan cada vez que hacen una aparición conjunta en un lugar público y vinculado a la Casa Real británica, como es el Royal Box del estadio de Wimbledon.
Discreta, elegante y con una historia de vida que inspira, ya que ella misma ha querido contar cómo ha sido su vida criando a su madre en solitario, todo apunta a que la novia de Peter Phillips encajaría a la perfección. Eso sin olvidar algo que es evidente, que los hijos de la princesa Ana, fruto de su primer matrimonio con Mark Phillips, nunca han tenido un título oficial y nunca han sido sometidos a un escrutinio similar al que han vivido, por ejemplo, los príncipes Guillermo y Harry o sus parejas.
Aun así, la vida sentimental de Peter Phillips sí que ha sido siempre seguida de cerca. Conoció a la canadiense Autumn Kelly en 2003 y se casaron en mayo de 2008 en el Castillo de Windsor, la suya fue una boda real muy especial, ya que era el nieto mayor de Isabel II y el duque de Edimburgo y la suya marcó el inicio de una nueva generación de bodas reales. Juntos tuvieron dos hijas: Savannah, nacida en diciembre de 2010, e Isla, en marzo de 2012. Tras más de una década de matrimonio, anunciaron su separación en 2020 y finalizaron su divorcio en 2021. Poco después, Peter comenzó una relación con Lindsay Wallace, amiga de la infancia de su hermana Zara Tindall. Estuvieron juntos durante casi tres años, hasta su ruptura en abril de 2024.A mediados de ese mismo año, se conoció su relación con Harriet Sperling, que en poco tiempo ha ocupado un espacio público y familiar inédito.
Hay que valorar que en medio ha habido un cambio de era con el fallecimiento de Isabel II y la coronación de Carlos III, así que también es posible que solo sea el cambio de los tiempos y de las costumbres familiares. Sería razonable pensar que en tiempos de Carlos III, un rey que se ha casado dos veces y pertenece a otra generación, las estrictas normas con las que Isabel II "ordenaba" las cuestiones familiares han cambiado. Aunque no hay que olvidar que ella misma fue la que comenzó esa flexibilización de las reglas cuando permitió que Meghan Markle pasará la Navidad en Sandringham antes de haber pasado por el altar.