Mientras los reyes Carlos y Camilla se encuentran en Canadá para llevar a cabo su histórica gira, el príncipe Harry ha abandonado el continente americano y se ha ido a la otra parte del mundo. El duque de Sussex ha participado en una conferencia en China y ha dejado a su mujer y sus dos hijos en California. Meghan, enamorada de la vida al aire libre y los productos que ofrece la naturaleza, ha mostrado unas imágenes en las que se la ve junto a su niña Lilibet visitando una colmena de su jardín.
La aparición sorpresa del Príncipe ha tenido lugar en Shanghái en el marco de la Conferencia Global de Socios Envisión 2025, organizada por Trip.com Group. Como fundador de Travalyst, la iniciativa de viajes sostenibles que lanzó en 2019, el hijo menor del rey Carlos ha pronunciado el discurso inaugural. En su intervención, Harry de Inglaterra urgió a que la industria turística global actúe de forma colectiva, priorice a las comunidades y la sostenibilidad. “El cambio climático no es solo un desafío ambiental: es una emergencia empresarial crítica, que le cuesta a la economía mundial 143 millones de dólares anuales”, dijo.
Este desplazamiento a China ha coincidido con la primera escala que han hecho Carlos y Camilla por tierras canadienses y que les ha llevado hasta Ottawa. Aunque era poco probable que Harry y su padre se vieran en esta ocasión, sí que algunos esperaban que dada la cercanía entre Canadá y California podrían verse. Sin embargo, la marcha a Asia de Harry ha imposibilitado definitivamente una hipotética reunión. Esta es una nueva oportunidad perdida para que los lazos familiares vuelven a unirse. Harry estuvo el pasado mes en Reino Unido para asistir a una audiencia en el Tribunal Superior, sin embargo, aunque el monarca estaba también en Londres, no se vieron.
Mientras Harry estaba centrado en su trabajo, Meghan se quedó con sus hijos en su casa de Montecito. Ofreció unas imágenes de un día cualquiera en su vida en donde se la ve cocinando en lo que parece su casa. Cuando la Duquesa estrenó su serie de estilo de vida Con amor, Meghan la cocina en la que grabó el documental no era la de su vivienda, sino la de una casa cercana porque “quería proteger ese refugio. Nuestra cocina es donde mamá cocina para la familia, y con un equipo de más de 80 personas… ¡Eso es mucha gente en casa!”, dijo para justificar que las rutinas de sus niños no se vieran alteradas mientras ella filmaba.