El Chelsea Flower Show es uno de esos eventos típicamente británicos que se celebra cada mes de mayo en los terrenos del Royal Hospital Chelsea y que reúne a diseñadores de jardines, horticultores, paisajistas y amantes de las plantas de todo el mundo. Isabel II adoraba este evento y su hijo, Carlos III, también, por lo que además de ser un lugar en el que deleitarse con las impresionantes exhibiciones florales, es un lugar para "dejarse ver", es decir, un escaparate donde se encuentran la alta sociedad británica, la realeza y numerosas celebridades. Sin embargo, este año, el interés era doble, ya que esa cita se han encontrado Carlos III y David Beckham, y ha sido el primer encuentro público desde que trascendió el supuesto conflicto que separa a David y Victoria Beckham de su hijo mayor, Brooklyn, y de la mujer de este, Nicola Peltz. Un río revuelto al que de forma inesperada se han lanzado Harry y Meghan.
Unidos por las flores… y por los desencuentros familiares
El rey y el exfutbolista se saludaron de un modo que refleja la inesperada que unión que han desarrollado en los últimos años. Carlos III le puso la mano en el brazo a David Beckham y le preguntó si había recibido el regalo que le había mandado por su 50 cumpleaños, un aniversario que los Beckham celebraron por todo lo alto, pero sin Brooklyn y su mujer, lo que fue una prueba más para esa teoría de que las relaciones familiares entre el matrimonio y su hijo mayor no pasan por el mejor momento.
Carlos III sí se acordó del 50º cumpleaños de David Beckham y la reina Camilla le envió unas rosas muy particulares
David Beckham sonrío encantado: "Fue increíble, gracias, fue muy amable. Su Majestad me alegra verle". Fue entonces cuando la reina Camilla, que llegaba acompañada de su inseparable hermana, Annabel Elliot, intervino en la conversación: "Es agradable verte de nuevo, me alegro de que hayas recibido las rosas". Con estas palabras, la reina Camilla desvelaba que además del regalo le habían envidado un ramo de rosas y era evidente porque el exfutbolista, todo un maestro en la reinvención, llevaba una de ellas en la solapa. No era una rosa cualquiera, era una "Rosa del Rey", la variedad nueva de rosa inglesa que se ha creado en colaboración con la Fundación de Carlos III, ha llevado una década de desarrollo y que tiene a los expertos entusiasmados, por sus pétalos abiertos y suaves y sus distintivas rayas.
No hablaron de la otra cosa que tienen en común: un conflicto familiar al otro lado del océano
Entre los muchos compromisos y encuentros que el rey mantiene por protocolo, lo cierto es que con David Beckham parece disfrutar genuinamente la conversación. No es casualidad: además de haberle condecorado por su trayectoria deportiva, lo ha invitado personalmente a Highgrove House, su finca favorita, donde comparten una visión común sobre la sostenibilidad, la jardinería y la apicultura. Resulta fascinante cómo dos figuras tan distintas —un monarca y un icono del fútbol— han encontrado puntos en común en un terreno inesperado. De lo que evidentemente no han hablado es de la otra cosa que tienen en común, un conflicto familiar al otro lado del océano.
Hay que recordar que los rumores han sido constantes en torno a la "otra" familia real británica: los Beckham, un clan muy unido, pero al que no se veía al completo desde el pasado mes de diciembre. La teoría más extendida es la que apuntaba a una mala relación entre Victoria Beckham y su nuera, la multimillonaria heredera estadounidense, Nicola Peltz, un conflicto que habría empezado desde antes de la boda y que se evidenció con el desaire público de Nicola al no optar por un vestido de novia diseñado por su suegra, lo que habría sido beneficioso en términos mediáticos tanto para firma como para un clan que ha hecho de su unión un símbolo de identidad.
El caso es que ese distanciamiento, tanto físico como en redes sociales o eventos públicos, detonó con la reciente ausencia de la pareja a la 50º cumpleaños de David Beckham, una celebración con diversas fiestas, viajes familiares y rostros conocidos. Las sospechas y las teorías de ruptura familiar han ido creciendo hasta el punto de que este lunes Victoria Beckham buscó la forma de zanjarlo publicando en sus redes sociales un mensaje de amor junto a una foto de sus cuatro hijos Brooklyn (26), Romeo (22), Cruz (20) y Harper (13)— junto a sus propios padres, Jackie y Anthony Adams. Un gesto más que muestra lo que ya habían deslizado a medios británicos, que el distanciamiento no es irreparable y que aman a su hijo y siempre estarán allí para él.
En el 'Beckxit' la narrativa mediática sigue funcionando bajo el mismo esquema que en el 'Megxit: cuando un hombre desafía la estructura familiar, la atención se dirige a la mujer que lo acompaña
Si el tema ya de por sí era mediático, como lo son los Beckham, una de las marcas británicas globales, igual que los Windsor, con los que se han aliado en los últimos años y encontrado muchos puntos en común, todo ello cobró una nueva dimensión cuando se supo que Harry y Meghan, que en principio nunca habían tenido relación con Brooklyn Beckham y Nicola Peltz, los invitaron hace poco a una velada a su casa de Montecito, una información que ha sido confirmada por un medio estadounidense afín a los Sussex que ha aclarado que era una velada con más invitados. Lo que no quita para que sea igual de sorprendente, ya que la relación que se conocía era la de príncipe Harry con David Beckham, al que incluso invitó a su boda. Si bien es cierto, en los últimos años, la relación que se ha estrechado es la que mantienen Carlos III y el príncipe Guillermo con el exfutbolista, que incluso ha apoyado al heredero en eventos en el extranjero y en sorprendentes actos oficiales dentro del Reino Unido.
Aunque esta conexión nadie la veía venir, lo cierto es que desde hace semanas circulaba la palabra "Beckxit" para explicar la situación familiar que atravesaban los Beckham, algo evidentemente inspirado en el 'Megxit', pero algo más igualitario, ya que en este último caso se usó el nombre de ella para un conflicto que afecta a todo un clan. Los paralelismos son evidentes, empezando porque tanto Meghan Markle como Nicola Peltz son de origen estadounidense y ambas han dado muestras de querer ser libres, algo que, por otro lado, choca al entrar en una familia que tiene un sistema estructurado, una dinámica propia o, incluso, niveles jerárquicos, algo que existe en muchas familias, aunque no sean reales.
Por otro lado, el príncipe Harry ha hablado en numerosas ocasiones de la ruptura familiar y hay muchas ideas que se pueden aplicar al caso de Brooklyn Beckham. Así que lo que ha trascendido es que el duque de Sussex brindó su apoyo a Brooklyn, mientras que Meghan puede entender lo que siente Nicola Peltz al ser señalada, sobre todo por los tabloides británicos, como la causa del desencuentro. Ya que, como era de esperar, en el 'Beckxit' la narrativa mediática sigue funcionando bajo el mismo esquema que en el 'Megxit: cuando un hombre desafía la estructura familiar, la atención se dirige a la mujer que lo acompaña, convirtiéndola en el eje del conflicto
De momento, los Beckham están apostando por resolver el tema en el ámbito privado, pero quién sabe qué nuevos pasos se pueden dar en un drama familiar que no ha hecho más que empezar.