Tal día como hoy de 1900 nació en una familia de la nobleza escocesa Elizabeth Bowes-Lyon

La emotiva historia (desconocida hasta ahora) que une a la madre de Isabel II y a Julio Iglesias

Esta anécdota y muchas más se encuentran en en primer pódcast de ¡HOLA! Julio Iglesias, del hombre a la leyenda

Por Sira Acosta

Meghan Markle no es el único miembro de la Familia Real británica –ya no pertenece a la institución, pero, como dijo la Reina, siempre será de la familia- que celebra su cumpleaños el 4 de agosto. Tal día como hoy, pero del año 1900, nació en el seno de una familia de la nobleza escocesa Elizabeth Bowes-Lyon; con 23 años se casó con Alberto, duque de York, el príncipe que contra todo pronóstico terminó ascendiendo al trono del Reino Unido. Así fue como ella se convirtió de forma inesperada en Reina Consorte y, tras el fallecimiento de su marido, en Reina Madre. Su vida, como la de la mayoría de los Windsor, ha suscitado interés y ha sido recreada en biografías, series y películas. Sin embargo, hay una anécdota que no se conocía hasta ahora, ya que la hemos descubierto haciendo el primer podcast de ¡HOLA!, Julio Iglesias, del hombre a la leyenda, y tiene como protagonistas a la Reina Madre y al cantante español más universal.

Sucedió el 24 de noviembre de 1988 en el Teatro Palladium de Londres, el teatro del Soho londinense en el que dos décadas antes había nacido la “beatlemanía”. Esa noche se celebraba la Royal Variety Charity, la gran gala benéfica anual que siempre cuenta entre el público con un miembro de primera línea de la Familia Real británica. Julio Iglesias, que había llegado pronto a su camerino como acostumbra a hacer, era uno de los artistas invitados de esa edición en la que también estaban una veinteañera Kylie Minogue, Cliff Richard y el grupo Bananarama.

Entonces, entre una gran expectación y una nube de fotógrafos llegó al teatro la Reina Madre, viuda del rey Jorge VI y madre de la actual soberana británica. Iba acompañada por su otra hija, la princesa Margarita, y lucía la impresionante tiara Greville, su joya favorita, una voluminosa diadema de los años veinte repleta de diamantes. El código de vestimenta de lo noche lo exigía: ellas traje de gala y ellos de smoking. Tras saludar, y de camino al palco de honor, la Reina Madre, hizo una parada que las cámaras de la BBC que retransmitieron esa noche no captaron pero que Joaquín Domingo Martorell, el comisario que resolvió el secuestro del doctor Iglesias Puga y que entonces llevaba un año trabajando en el equipo de Julio Iglesias nos contó en el episodio cinco del pódcast.

“La Reina Madre vino a saludar a Julio al camerino. Era una mujer cariñosa, pragmática, una gran señora. Ella iba con su escolta, pero al salir del camerino de pronto se vuelve y me dice: ‘¡Ay, perdone! Se me ha olvidado pedirle al señor Iglesias que cante ‘Begin the beguine’ porque es… una canción que a mi marido le encantaba…’”, recordó Martorell, que nos cuenta que acto seguido corrió hacía Julio Iglesias para decirle que a la Reina Madre le encantaría escuchar esa canción que es un icono de la música popular estadounidense y que Julio Iglesias había cantado años atrás en el cumpleaños televisado de Frank Sinatra.

Julio Iglesias: ‘Hay que cantarla como sea’

Martorell nos cuenta que esta petición pilló a Julio Iglesias por sorpresa que exclamó: “No la tengo preparada, pero si hace años que no la toco. Llama al director de orquesta”. Entonces Rafael Ferro, compositor, arreglista y el director musical que trabajó durante décadas con Julio Iglesias fue al camerino y el cantante le dijo: “Rafita, hay que montar ‘Begin the beguine’ aunque sea a capela. Hay que cantarla como sea”.

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El show comenzó y por ese escenario pasaron las figuras más destacadas del momento, también del mundo de la interpretación, incluso las actrices de Las chicas de oro (The golden girls) hicieron un sketch que adaptaron para que no resultara demasiado picante en presencia de la Reina Madre, que era una admiradora de la mítica serie estadounidense. Casualidades o no, meses después sería Julio Iglesias el que haría un cameo con ellas para el capítulo especial de San Valentín, entones, Julio se llevaba a cenar a Sophia, la mayor de todas, la ácida y picara siciliana, y ella le pedía que le cantara la misma canción que la Reina Madre pidió esa noche.

Martorell: ‘La Reina Madre se puso en pie llorando’

Cuando Julio Iglesias subió al escenario, más o menos a mitad  del repertorio que tenía preparado, cantó Begin the Beguine, y demostró esa capacidad naturalmente suya de emocionar a cualquier público y en cualquier idioma. “La Reina Madre se puso de pie en el palco, de pie, llorando, pero llorando. Unos lagrimones que le caían y así toda la canción, la escucho entera, de pie y llorando”, nos contó Martorell durante una de las charlas que mantuvimos con él y de las que extrajimos un gran número de anécdotas que se encuentran en el pódcast. Llama la atención que esta historia llena de casualidades haya pasado desapercibida, sobre todo, cuando la Familia Real británica es celebre por esa norma de no mostrar los afectos en público, pero esto es distinto, es parte de una historia de amor. Su marido, el rey Jorge VI había muerto en 1952, sin embargo, ella seguía acordándose de él cada vez que sonaba el clásico que Cole Porter compuso en 1934 y que Julio Iglesias hizo suyo a principios de los ochenta.