Zara Phillips, una amazona de oro

Por hola.com

De tal palo, tal astilla. Y de madre apasionada por la Hípica (y con tenacidad para competir en encuentros internacionales), hija sin miedo a seguir los pasos de su madre... y superarlos. Porque Zara Phillips consiguió, el pasado fin de semana, superar la hazaña deportiva de su madre, la princesa Ana, quien en 1971, en los Campeonatos Europeos de Hípica, logró alzarse con el oro. La nieta de Isabel II no sólo ha logrado situarse en lo más alto del podio en unos Juegos Mundiales, celebrados en Aquisgrán; sino que además se lleva a casa una medalla plata de la que ha sido, en parte, responsable: la del equipo británico por su actuación en los Juegos.

Fuerte ante la adversidad
Fuentes del palacio de Buckingham aseguran que la Reina, Isabel II, se siente "muy satisfecha" por el excelente resultado de su nieta. Por su parte, la propia Zara Phillips calificó su triunfo de "increíble". Y es que no acudió a Alemania con los mejores ánimos del mundo. Más bien, todo lo contrario. La semana anterior una gran amiga suya, la amazona irlandesa Sherelle Duke, según revelaba la prensa inglesa, moría a los veintiocho años en una competición hípica y Zara Phillips acudió a los funerales totalmente rota por la pérdida.

Quizá en homenaje a ella, salió a competir con más fuerza y valentía que nunca. Y tuvo su recompensa en el medallero. Para ella, el oro. Para el equipo británico, plata. Y para su madre, la princesa Ana, la inmensa satisfacción de saber que su hija pone toda su voluntad en aquello que más puede apasionarle: los caballos. Zara, undécima en la linea de sucesión de la Corona británica, lleva montando desde que era una niña. Y comenzó a competir más allá de sus fronteras desde 2001. A punto estuvo de clasificarse para participar en los últimos Juegos Olímpicos... pero no fue posible. Sin embargo, no se desmoronó y siguió entrenando tenaz para pruebas futuras. Ahora, en una competición mundial, su sonrisa brilla con el refulgir de su medalla de oro. Bien merecida. Y en el amor... la nieta de la soberana británica prosigue con su dulce y largo noviazgo con Mike Tindall, el famoso jugador de rugby inglés. Éxito en muchos flancos.