A condición de no ser molestados durante el resto de sus vacaciones, los príncipes Guillermo y Máxima con su hija, la princesa Amalia, y la reina Beatriz, obsequiaron a la prensa holandesa en el incomparable marco de su residencia estival, Rocco dei Dragoni, en Tavernelle (cerca de Florencia), con una sesión fotográfica oficial. Un pequeño bocado de lo que será su próximo verano -risas, diversión, jornadas en familia, ocio...-.
Unas preciosas y tiernas imágenes de los Príncipes de Orange mostrando al mundo, felices y orgullosos, en los soleados jardines de su mansión, a su pequeña. En ellas, hemos podido descubrir que la princesa Catherine-Amalia, futura Heredera del trono holandés, sigue haciendo las delicias de todos con sus ojos rasgados y sus grandes mofletes. Fascinando a sus padres y, también, a su abuela, la soberana holandesa, que aprovechaba siempre que podía para tenerla en sus brazos y hacerle arrumacos.
La Princesa: el objetivo de las cámaras También Máxima se convirtió en el centro de los flashes y, a raíz de la publicación de las imágenes oficiales en diversas webs, en objeto de las tertulias reales de todo el país en las que se discutía la posibilidad de que la Princesa volviera a estar embarazada. Y es que esta sesión de fotos surge días después de los primeros rumores sobre el supuesto estado de buena esperanza de la princesa Máxima. No obstante, no existe hasta el momento confirmación oficial de que la princesa Máxima esté esperando su segundo hijo, ni declaraciones del matrimonio que sustenten los incipientes rumores.
De confirmarse los rumores, la [princesa Máxima] volvería a pasar un verano embarazada. Quizá para no volver a convertirse en carne de cañón de los paparrazzi durante las vacaciones estivales, como ocurriera durante el embarazo de su primogénita, los Príncipes hayan posado en la Toscana italiana, a condición de que no ser molestados durante el resto de sus jornadas vacacionales.
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