La reina Letizia pone punto y final a su visita a Mauritania tras dos días marcados por una intensa agenda de visitas. El último de estos actos ha sido un almuerzo de trabajo que ha ofrecido la primera dama de la República, Mairam Mint Ahmen, en su honor. Ella ha sido su acompañante en este breve viaje con la que ha mostrado una gran sintonía. Juntas han recorrido algunas de las misiones en las que los cooperantes españoles colaboran, mostrando así la transformación de un país que todavía está en un proceso de cambios y avances en su sociedad. La primera parada del día ha sido en el proyecto Huertos, que promociona un espacio en el que se llevan acciones para mitigar y adaptarse a las condiciones tan duras del desierto y el cambio climático. Precisamente, la jornada de hoy ha estado marcada por el viento que arrastraba una gran cantidad de arena lo que ha obligado a doña Letizia a llevar mascarilla y gafas para protegerse.
Sin embargo, esta circunstancia no la ha frenado y se la pudo ver conversando con los trabajadores de este terreno. El objetivo principal de este proyecto es promover la seguridad alimentaria, pero, también, el empleo para unas 130 familias de la zona. Durante este recorrido, la Reina ha tenido la posibilidad de conocer los invernaderos que albergan las semillas y plantas que se utilizan, así como de conocer el funcionamiento del sistema de riego, algo imprescindible para que el esfuerzo de los agricultores de se su fruto en este entorno desértico.
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La siguiente parada del día ha sido el Centro de Emergencia (SAMU), en Nouakchott, que es otro de los avances pioneros puestos en marcha en el país, que hasta ahora no disponía de un servició de atención de urgencia pre-hospitalaria. La accesibilidad a los sistemas sanitarios es uno de los objetivos fundamentales que persigue esta iniciativa que se centra en aumentar la cobertura sanitaria, mejorar la infraestructura y la accesibilidad a los sistemas de emergencia y telecomunicaciones y formar a personal especializado. Es allí donde, de la mano de médicos, enfermeros y responsables del proyecto, doña Letizia ha comprobado cómo avanza esta labor, que prevé beneficiar a cerca de dos millones de personas usuarias del sistema público de salud. Además ha visitado el Centro Zayed de atención para el autismo infantil, impulsado por la primera dama de la República Mairam Mint Ahmen que le ha mostrado el lugar.
Proyectos que marcan la diferencia
Han sido dos días de emociones y sobre todo de satisfacción al comprobar los resultados y cómo la labor de los cooperantes españoles en el país africano está marcando un antes y un después en la vida de los mauritanos. España lleva tres décadas dedicada a mejorar las condiciones de vida y desarrollo del país africano, poniendo en marcha proyectos que han cambiado los hábitos de miles de personas. Doña Letizia ha tenido la oportunidad de conocer de primera mano a quienes dedican su esfuerzo a estas transformaciones sociales que se desarrollan en sectores como la alimentación, la sanidad y la igualdad de género. Así el miércoles participó la Reina en un maratoniano programa visitando el programa de distribución de pescado, que ha logrado introducir este alimento tan necesario en la dieta de miles de mauritanos, cuadruplicando el número de personas que han pasado a consumirlo; también recaló en la comisaría especial contra la violencia de género, una causa a la que ha estado siempre muy dedicada la Reina y que en Mauritania pone especial énfasis en el cuidado a las víctimas, pero también en la prevención.
Visitó además la universidad donde tuvo ocasión de comprobar cómo se forman los futuros médicos y también participar en el Observatorio de Igualdad de Género que se puso en marcha en 2019 con ayuda española, integrado por estudiantes, profesorado, representantes de la sociedad civil y las instituciones. Con gran interés, doña Letizia siguió las explicaciones de los implicados en estas importantes tareas que le explicaron al detalle en qué consiste el trabajo. Después la playa fue escenario de una “clase práctica” de pesca, de esas técnicas que los jóvenes del país están aprendiendo para ganarse el sustento y sacar el máximo partido a los recursos que tienen a su alcance. En primera fila, la Reina siguió el desembarco de los pescadores que descargaron las redes repletas. Los cooperantes españoles la recibieron con entusiasmo al final de esta intensa jornada, que comenzó precisamente con los responsables de los organismos que gestionan estos proyectos. Se cerró así el círculo con fotografías “robadas” para el recuerdo, conversaciones cercanas y sobre todo mucho agradecimiento.