Juntos, pero no revueltos, se han visto a la infanta Cristina y a Iñaki Urdangarin en el último partido de balonmano que jugó su hijo Pablo. Es la primera vez que se le ve en las gradas, por separado, disfrutando, vibrando y sufriendo en un partido que dio la victoria al Fraikin BM Granollers frente al Bidasoa Irún tras la primera entrevista televisiva que Iñaki concedió la semana pasada donde habló de su paso por prisión y de su separación.
Aunque los dos estaban en el estadio, se colocaron en lugares diferentes del graderío y celebraron los triunfos de su hijo - su equipo venció por 32 a 29- con gran alegría. La Infanta, incluso, se puso de pie para aplaudir la actuación de Pablo Urdangarin. Una vez acabado el encuentro. Iñaki Urdangarin se marchó con un amigo en un coche, y doña Cristina se fue en otro vehículo que conducía Pablo.
Esta es la segunda vez que se ve a la hermana de Felipe VI estos días. Este mismo miércoles reapareció junto a Marie-Chantal de Grecia, mujer de su primo, el príncipe Pablo, en la revisión de los Avances del Foro Mundial sobre los refugiados 2025 en Ginebra. La rutina de doña Cristina sigue adelante después de la gran expectación que provocaron las palabras en televisión de su exmarido, del que se divorció en enero de 2024, como publicó ¡HOLA! en exclusiva, dos años después de anunciar su separación.
El pasado jueves, Iñaki Urdangarin, habló como nunca de su experiencia vital en Pla Seqüència. Detalló cómo conoció su condena por el caso Nóos, las dificultades que atravesó los primeros tres meses en la cárcel de Brieva y abordó también su ruptura matrimonial: "Lo peor del paso por prisión, el mucho tiempo que he perdido, no solo por la condena, también por todos los años anteriores de instrucción y juicio; materialmente perdí todo lo que tenía. Y, después, una pérdida muy grande que es la de uno de los amores de mi vida: Cristina. Fue un periodo muy duro, lo pasamos muy mal y tuvo consecuencias y me sabe muy mal por qué es una mujer a la que quiero mucho”.















