Ha vivido un fin de semana para el recuerdo, unos días que se quedan grabados para siempre en su memoria y en su corazón al haber recibido el Toisón de Oro y haber reunido a toda su familia en un almuerzo que hacía años no se producía. Aún emocionada por todo el cariño recibido y los buenos momentos junto a los suyos, la reina Sofía ha retomado su agenda oficial. Continúa con esa "vida de servicio ejemplar y de lealtad a España y a la Corona" a la que hacía referencia el rey Felipe al imponerle la citada distinción. Lo ha hecho entregando unos premios de gran repercusión internacional en los que ha coincidido con otro miembro de la realeza.
A sus 87 años recién cumplidos, doña Sofía sigue volcada en ámbitos sociales, culturales y humanitarios. Ejes estrechamente vinculados con los galardones que ha apoyado este último lunes de noviembre. La madre del jefe del Estado ha presidido la ceremonia del Premio Internacional Príncipe Talal para el Desarrollo Humano, que en esta edición centra su temática en la conservación y uso sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos. Una causa con la que la Reina está muy comprometida.
La reina Sofía ha compartido velada en el hotel Palace de Madrid con el Príncipe Abdulaziz bin Talal Al Saud, de la Familia Real saudí. Está doblemente implicada en los premios, ya que forma parte del comité junto a destacadas personalidades internacionales. Otorgados anualmente por el Programa del Golfo Árabe para el Desarrollo (AGFUNDE), su objetivo es distinguir proyectos pioneros y escalables que impulsan el desarrollo humano y mejoran las condiciones de vida de comunidades vulnerables en riesgo de pobreza, exclusión social o sin adecuado acceso a educación y salud, especialmente en países en desarrollo.
Se dividen en cuatro categorías: proyectos implementados por agencias de la ONU u ONGs internacionales y regionales; proyectos implementados por ONGs nacionales; proyectos implementados por organismos gubernamentales (ministerios e instituciones públicas) o empresas sociales; y la última que comprende proyectos iniciados, financiados o implementados por particulares. La organización entrega un millón de dólares (algo más de 860.000 euros), cantidad que se divide entre las categorías.
La iniciativa fue creada en 1999 por el Príncipe Talal bin Abdulaziz y, tras su muerte en 2018, el premio se renombró en su honor, conmemorando así su servicio al servicio del desarrollo humano y la lucha contra la pobreza. Su legado continúa con.el Príncipe Abdulaziz bin Talal Al Saud, una figura muy comprometida con causas sociales, el desarrollo humano y el trabajo filantrópico.
En esta etapa en la que ha transformado su imagen con siluetas modernas y colores luminosos, ha dado un paso más en su estilo renovado. La reina Sofía ha apostado por un traje rojo con pedrería en los puños y en los laterales del pantalón. Se trata de una creación de Alejandro de Miguel que llevó hace cerca de dos años en el acto en el que le impusieron la Medalla de Oro de Baleares. Lo ha combinado con collar y pendientes de perlas y tres broches. Además, para hacer frente a las bajas temperaturas de la capital, se ha decantado por una capa de la misma tonalidad que ha usado al llegar al Palace.
El reencuentro familiar que marca una nueva era
El pasado sábado, la reina Sofía vivió un momento de absoluta felicidad al disfrutar de una comida con toda su familia. En el marco de las celebraciones por la entrega del Toisón de Oro y la conmemoración de los 50 años de la restauración de la monarquía en España, hubo un almuerzo privado en El Pardo al que acudieron Juan Carlos I y doña Sofía con sus hijos, su nuera y todos sus nietos. Los reyes Felipe y Letizia acudieron con la princesa Leonor y la infanta Sofía; la infanta Elena estuvo con Felipe y Victoria de Marichalar; mientras que la infanta Cristina fue con Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin. También acudieron miembros de la Familia Real de Grecia, parte de los Zurita y los Gómez-Acebo y otros allegados como Miriam de Ungría.










