La reina Sofía, recién cumplidos los 87 años, ha recibido este viernes, en una ceremonia solemne e histórica en el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid, el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro como reconocimiento a "su dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona". El acto, cargado de simbolismo y emoción, se convierte en el gran homenaje de Felipe VI a su madre por su medio siglo de trabajo en el marco de las actividades por los 50 años de la restauración de la monarquía. La jornada ha sido sencilla, pero de la máxima relevancia institucional y recordando lo que la monarquía parlamentaria representa en el ordenamiento constitucional. El momento más emotivo ha llegado con el discurso de Felipe VI, que, con un nudo en la garganta, ha cerrado un círculo: si al cumplir los 50 años entregó el Toisón de Oro a su hija, la princesa Leonor, ahora ha podido brindar ese mismo honor a su madre, la reina Sofía.
El Palacio Real de Madrid con la guardia de honor en el Patio de la Armería ha ido recibiendo a invitados y autoridades, y cuando faltaban minutos para las 10:30 han comenzado a llegar los homenajeados, el expresidente del Gobierno, el socialista Felipe González, así como a los padres de la Constitución, Miguel Herrero y Miquel Roca. Después llegó un Mercedes de Casa Real con la reina Sofía y finalmente los dos coches con los guiones que indicaban que en ellos viajaban los Reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
"Tu cercanía e implicación en ámbitos sociales, culturales y humanitarios ha contribuido a reforzar vínculos duraderos con varias generaciones de españoles"
El Salón del Trono, uno de los más reconocibles e imponentes, esperaba una camerata de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, un proyecto que la madre de Felipe VI, una apasionada de la música, impulsó a comienzos de los años noventa y que hace unos días debutaba con su presencia en el Carnegie Hall de Nueva York. Alí estaban ya el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Congreso, Francina Armengol; el del Senado, Pedro Rollán; el del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido; la presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló, así como representantes del Ejecutivo y los partidos políticos.
Una vez que los Reyes, la heredera al trono y la infanta Sofía han ocupado su lugar en el Salón del Trono, ha hecho acto de presencia la reina Sofía, la indiscutible protagonista de esta jornada y ha comenzado un acto en el que Felipe VI ha hecho un discurso que terminó revelando que para él este acto tiene un significado especial, no hay que olvidar que el único Toisón de Oro que ha entregado desde que fue proclamado Rey ante las Cortes Generales en el año 2014 fue el que otorgó a su hija, la princesa Leonor, en el año 2018.
Un pequeño desliz fruto de la emoción: "Vida entera, vida eterna"
"Este acto que celebramos hoy nos lleva a recordar un tiempo en el que España se abrió al diálogo como camino para construir la convivencia democrática. Es muy importante hacerlo, que recordemos, porque quienes entonces éramos muy jóvenes -yo apenas tenía 7 años- vimos cómo el país empezaba a transformarse poco a poco, gracias a decisiones responsables y gestos valientes, a cesiones de unos y otros. Pero quizás las generaciones que han nacido en una democracia consolidada no lleguen a hacerse una idea de todo lo que implicó dar forma a aquella convivencia, dar cauce a aquel deseo de libertad "sin ira" y de formar parte de la Europa democrática", ha dicho Felipe VI antes de repasar los motivos por los que los padres de la Constitución y Felipe González merecen la máxima condecoración que un soberano español puede entregar.
Sin duda, el momento más emotivo, llegó cuando Felipe VI tuvo que hablar de la reina Sofía, como madre y como reina, como guía y como custodia de un trabajo que sigue en activo. El jefe del Estado, emocionado, convirtió por un instante su mensaje en un juego de palabras involuntario o quizá en un deseo para el legado de su madre y dijo "vida eterna" cuando quería decir "vida entera". Un pequeño desliz en la oratoria, fruto de la emoción, que no es nada frecuente en los discursos del rey.
"Y, a mi madre, la reina Sofía, por una vida entera de servicio ejemplar y de lealtad a España y a la Corona, apoyando con convicción al Rey Juan Carlos en su acertada temprana apuesta por la apertura democrática y las libertades. Gracias por tu compromiso sostenido durante décadas -todavía hoy- y ejercido con un profundo sentido del deber. Tu cercanía e implicación en ámbitos sociales, culturales y humanitarios ha contribuido a reforzar vínculos duraderos con varias generaciones de españoles. La figura de la reina Sofía, forma parte también de la memoria afectiva de la España democrática. Nadie es dueño exclusivo de las virtudes cívicas ni del mérito histórico, pero quienes hoy ingresan en la Insigne Orden del Toisón ofrecen ejemplo de responsabilidad, constancia, lealtad al ideal de una España democrática, plural y europea".
La princesa Leonor, protagonista del futuro
El acto ha continuado con los discursos de los homenajeados que han enarbolado un reconocimiento a políticos de la transición, pero Felipe González, tercer presidente del Gobierno de España desde la transición, entre 1982 y 1996, después de recordar el pasado ha puesto la vista en el futuro y allí ha nombrado directamente la princesa Leonor y ha dejado en su mano el legado de preservar la convivencia y el diálogo entre españoles en el que será su reinado, el del futuro.













