Este viernes, la reina Sofía será homenajeada por su medio siglo de servicio a la Corona y a España con un reconocimiento histórico: su ingreso en la Insigne Orden del Toisón de Oro, la máxima distinción que otorga el monarca. Será el rey Felipe VI quien le imponga la condecoración en el Palacio Real de Madrid, un gesto que adquiere un significado especial en un año en el que se celebran 50 años de democracia y de la restauración de la monarquía.
La ceremonia, que tendrá lugar en el Salón del Trono, reunirá a los reyes Felipe y Letizia, así como a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Pero, más allá de su dimensión institucional, será también un acto profundamente familiar: un Rey que reconoce la labor de una Reina… pero también un hijo que agradece la entrega ejemplar de su madre, que a sus 87 años recién cumplidos continúa con una agenda oficial incansable. El propio Felipe VI lo expresó en su discurso de proclamación, el 19 de junio de 2014, en el Congreso de los Diputados: «Me permitirán, Señorías, que agradezca a mi madre, la Reina Sofía, toda una vida de trabajo impecable al servicio de los españoles».
El acto institucional concluirá el viernes, pero la gran celebración familiar llegará un día después, el sábado, con un almuerzo privado en el Palacio de El Pardo. Será el homenaje íntimo y personal de toda la familia a la Reina Sofía. Está previsto que asistan todos sus nietos —las hijas de don Felipe y los hijos de las infantas Elena y Cristina—, en un encuentro que no se producía desde hace siete años. La última vez fue en noviembre de 2018, con motivo de su 80º cumpleaños, cuando la Casa Real difundió una imagen de doña Sofía rodeada de todos ellos en el Palacio de la Zarzuela. En total, más de 70 familiares en la que será la mayor celebración en décadas.
La realidad ahora es otra. Se ha consolidado el reinado de Felipe VI, que cumple una década en el trono con una valoración ampliamente positiva tras años especialmente complejos. Las vidas de las infantas Elena y Cristina también han cambiado. La reina Sofía ve la soledad de sus hijas, las dos divorciadas, algo que nunca se imaginó, y cómo sus hijos ya son mayores y hacen su vida. Todos los nietos de la reina Sofía son adultos y tienen sus rumbos ya definidos. Algunos trabajan y otros, como la princesa Leonor o la infanta Sofía, siguen formándose para asumir sus responsabilidades futuras.
En su entorno más cercano, la reina Sofía ha tenido que encajar las pérdidas especialmente dolorosas de la infanta Pilar, quien falleció en enero de 2020, o la de su querido hermano, el rey Constantino. También sigue de cerca el estado de salud de la infanta Margarita y, muy especialmente, el de la princesa Irene, retirada de la vida pública y aquejada desde hace tiempo por una enfermedad cognitiva.
Su cuñada y sus sobrinos griegos
A este almuerzo también están invitados miembros de la Familia Real griega, con la que doña Sofía mantiene una relación muy estrecha pese a la distancia. Su vínculo con su cuñada, la reina Ana María, y con sus sobrinos siempre ha sido cercano y afectuoso. Podrían acudir los príncipes Pablo y Marie-Chantal, actuales jefes de la Casa Real griega, con alguno de sus cinco hijos: Olympia, Constantino, Achileas, Odysseas o Aristides.
También podría desplazarse la princesa Alexia junto a su marido, Carlos Morales, y sus hijos —Arrieta, Ana María, Carlos y Amelia—, residentes en Lanzarote; así como el príncipe Nicolás (ahijado de la princesa Irene que aprovecharía la visita para ver a su madrina) y su esposa, Chrysi Vardinogiannis; la princesa Teodora y su marido, Matthew Kumar; y el príncipe Philippos con Nina Flohr. Asimismo, se espera la presencia de la infanta Margarita, su marido, Carlos Zurita, y su familia y la de los hijos de la infanta Pilar. La reina Sofía conserva una magnífica relación con su familia política.
La presencia del rey Juan Carlos
Como adelantó ¡HOLA!, el rey Juan Carlos estará presente en la comida privada del sábado. Desde que se publicó en Francia Reconciliación, su libro de memorias, que llegará a las librerías españolas a primeros de diciembre, el padre de don Felipe ha aprovechado para visitar a amigos por Europa y acudir a las regatas. No pasará la noche en Madrid y viajará únicamente para asistir a este almuerzo. Tras este homenaje, tardaremos un tiempo en volver a verle por España. Será el primer encuentro de toda la familia desde la recepción con motivo de la mayoría de edad de la princesa Leonor.




















