Dice el refrán que de la mar, el mero; de la tierra, el cordero. El rey Felipe hizo caso del dicho popular en su visita a Burgos de este lunes. Tras acudir en el Fórum Evolución a la inauguración del XXVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, el monarca y su equipo se desplazaron hasta un conocido restaurante de las afueras para disfrutar de un menú típicamente burgalés en el que se incluía, como no podía ser de otra manera, la famosa morcilla de Burgos y el lechazo asado.
© Casa de S. M. el ReyTras el acto de por la mañana, el Rey y varios de sus acompañantes se desplazaron hasta el restaurante Casa Azofra, uno de los más conocidos de la ciudad, con más solera y especializado en la gastronomía burgalesa, donde la estrella es el lechazo asado en horno de leña. "La reserva se hizo hace tiempo a otro nombre", nos comentan dese el establecimiento sobre su ilustre comensal. A su llegada al local, el Rey llamó la atención por su altura y su porte, provocando los aplausos de muchos de los comensales y vítores de "Viva el Rey", a los que él respondió con un saludo.
© Casa de S. M. el Rey
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© Europa PressDon Felipe comió un menú cerrado de 66 euros compuesto por ensalada de anchoas y pimientos, pincho de morcilla, chorizo, lechazo "pidió paletilla porque es la parte que le gusta" y tarta de hojaldre casera". Después de estas delicias tan típicas de Burgos y contundentes, Felipe VI se retiró a una de las habitaciones que tiene este restaurante que también es hotel. Ya por la tarde, puso rumbo a la sede central de Antolin, empresa familiar líder en el sector de componentes de automóviles, con motivo de su 75º aniversario.
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© GTRESTras Burgos, el Rey se desplazó el martes hasta Barcelona para participar en el foro World in Progress y este jueves viajará junto con la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía hasta Oviedo para acudir a los actos con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Asturias.
