Los Reyes forman un equipo (real) muy poderoso. En sintonía, con los mismos objetivos, pilares el uno del otro, acompañándose en todo y siendo libres a la vez. Como dijo Annie Leibovitz a Vanity Fair: "Creo que el Rey resulta más interesante con la Reina, y la Reina con el Rey. Parece que se necesitan mutuamente". Se quieren, se respetan y se admiran. Tienen pasión por sus hijas y por la vida y son compañeros de viaje en un proyecto común: combatir desigualdades, ayudar a conseguir un país más próspero, abrir puertas, atraer inversiones y turistas, impulsar relaciones bilaterales, fomentar la excelencia, la lengua, la cultura, la investigación. Lo que hicieron en su viaje a Egipto.
Más allá de su relación de pareja, la Reina lo protege, lo apoya en todo. Y Felipe VI se siente muy orgulloso de ella y le agradece el sacrificio que ha hecho por amor y la educación que ha dado a sus hijas: "Es la mejor madre posible". Hay miles de imágenes en las que se ve su sintonía, su complicidad, cómo comparten miradas (las de la Reina, a veces de arrobo) y se entienden sin hablar. Y las de Egipto también suman. La Reina sonríe al futuro entre gestos de cariño del Rey.
Esta visita a la cuna de las civilizaciones, donde yacen los principios de los fundamentos de las artes y las ciencias —y que, en la actualidad, alberga un legado inconmensurable— solo reafirma lo que ya sabemos del reinado de Felipe VI. El Rey y la Reina han entendido que hay que adaptarse a los tiempos que corren, que no esperan a nadie.
Cabe recordar que no solo conocen la teoría: lo han aplicado sin perder los regios valores que defienden a cal y canto. Tal y como declaró el propio Rey durante su intervención más reciente en la Asamblea General de la ONU: "Es evidente que los tiempos han cambiado y debemos adaptarnos, anticiparnos, sin refugiarnos en el idealismo".
Centrado en el porvenir —con el respaldo, contra viento y marea, de su mujer y sus hijas— Felipe VI avanza a pasos agigantados, confiando, cada día más, en la valía de su heredera, quien lleva por bandera lo ilustrado por sus padres: la autenticidad y la empatía.