Los reyes Felipe y Letizia continúan este viernes recorriendo las maravillas de Egipto y sus monumentos que desafían al paso del tiempo, son proezas de la ingeniería y la arquitectura y llevan siglos fascinando a viajeros, arqueólogos y científicos de todo el mundo. Después de que este jueves don Felipe y doña Letizia conociera el templo de Hatshepsut que ha estrenado iluminación española, este viernes van a recorrer el Museo de Luxor, el mayor museo del mundo relacionado con la egiptología con templos, tumbas y monumentos como el Valle de los Reyes, donde se encontró en 1922 la célebre tumba de Tutankamón.
A cielo abierto y en la que fuera capital del antiguo Egipto, edificada sobre las ruinas de la ciudad de Tebas, los Reyes han comenzado su recorrido con explicaciones sobre las misiones arqueológicas españolas en la zona y han conocido piezas relacionadas con ellas.
De los cerca de mil españoles que residen en Egipto, hay una parte importante de arqueólogos, arabistas y egiptólogos que trabajan a los pies de estos increíbles monumentos. Esta comunidad es muy querida por las autoridades egipcias y coordina un total de 14 misiones arqueológicas españolas. En total, un centenar de españoles trabajan sobre el terreno a través de diferentes universidades españolas e instituciones como el CSIC.
Los Reyes han estado acompañados por el ministro de Turismo y Antigüedades del país, donde los arqueólogos Myriam Seco y José Manuela Galán les han enseñado piezas halladas durante las excavaciones que han llevado en sus misiones y que actualmente están expuestas en el museo. Este museo se levanta sobre una superficie de más de 5.300 metros cuadrados y es una de las atracciones de la región por su abundancia en antigüedades históricas. Fue inaugurado por el expresidente Mohamed Anwar Sadat junto con el entonces presidente de Francia, Valéry Giscard D'Estaing, en 1975.
Consta de dos plantas. En el primer piso hay un grupo de antigüedades que fueron descubiertas en Luxor, como la cabeza de granito de la estatua de Amenhotep III, la cabeza de la diosa Hathor en forma de vaca, la estatua del dios Amón y l más bella y grande estatua de Egipto de alabastro del dios Sebek y Amenhotep III, y la estela de Kamak, que incluía un texto jeroglífico relacionado con la lucha de los gobernantes de Tebas con los hicsos.
En la planta superior, hay un grupo de estatuas de Akenatón, una serie de piedras grabadas conocidas como talatat que formaban parte de uno de los templos de Akenatón en el este de Karnak, y algunos muebles, ornamentos, amuletos, utensilios y pinturas funerarias coptas. Una de las salas está dedicada a las estatuas que salieron tras el expolio del Tempo de Luxor, la más importante, la del rey Amenhotep III, la estatua de Amón y Hathor, además de otras.
También hay una selección de piezas más significativas descubiertas por el proyecto dirigido por el arqueólogo español José Manuel Galán durante 25 años. Los ataúdes de Iqer y de Neben, que se encuentran en muy buen estado de conservación, uno del año 2.000 a. C. y otro del 1.600 a. C. Un conjunto de ramos de flores de hace 300 años, arcos y flechas, el pizarrín de escuela que probablemente utilizó Djehuty y en el que dibujó un retrato fontal de la reina Hatshepsut. El collar de una chica de 15 años que vivió en torno al año 1700 a C. y tiene el testimonio más antiguo de vidrio de Egipto. También hay momias de animales.
Los Reyes también han podido ver unas piezas relevantes provenientes del templo de Tutmosis III como los dinteles de la casa del sacerdote Khonsu que fueron descubiertos debajo del derrumbe de un muro del templo y que han permitido conocer que el culto al faraón siguió activo hasta la época de Ramsés II y materiales de ajuar funerario de tumbas del Reino Medio: entre ellos cuchillos mágicos, manos mágicas, figurillas de fertilidad o joyas de oro.
Las tumbas de los faraones
Tras visitar el museo de Luxor, don Felipe y doña Letizia se han dirigido al Valle de los Reyes, donde han visto los trabajos de acondicionamiento y mejora de Luxor y Guiza, por un montante superior a siete millones de euros. Ha recorrido la tumba KV9 Ramsés V y VI situada justo detrás de la Tumba de Tutankamón. De hecho, fueron los escombros resultantes de la excavación de esta tumba los que sepultaron la entrada de Tutankamón, preservando la tumba del saqueo hasta los tiempos modernos. Fue construida en origen para el faraón Ramsés V, que completó la decoración desde la entrada hasta la sala del pozo, aunque no se sabe con certeza si el faraón, que gobernó solo durante cuatro años, fue enterrado alguna vez aquí. El resto de la tumba fue construido por su sucesor Ramsés VI, encontrándose en la cámara funeraria fragmentos su sarcófago muy destruidos. En el periodo grecorromano, la tumba fue identificada como la Memnon, el rey mitológico de los etíopes que luchó en la Guerra de Troya.
Los Reyes también han tenido la oportunidad de ver la tumba KV17 Seti I, una de las más largas, profundas y bellamente decoradas del Valle de los Reyes. Seti I fue el segundo rey de la IXI dinastía y padre de Ramsés II (el Grande). Su tumba, la número 17 del Valle de los Reyes