La princesa Leonor en apenas dos meses cumplirá 20 años y lo hará mientras se forma en la Academia General del Aire, mientras su hermana, la infanta Sofía, ha cumplido este año la mayoría de edad y pronto comenzara con sus estudios universitarios en la universidad privada Forward College y lo hará en tres campus: en Lisboa, París y Berlín. No obstante, ahora mismo, es el tiempo de Mallorca y de su tradicional cita con la isla en un año que pasará a la historia por su debut en la tradicional recepción en el Palacio de Marivent. Desde sus primeras apariciones tímidas, tomadas de la mano de sus padres, entonces príncipes de Asturias, hasta las imágenes más recientes, marcadas por la confianza que tienen ya en su papel, el verano mallorquín ha funcionado para las hijas del rey Felipe VI y la reina Letizia como un álbum familiar en el que, foto a foto, han crecido ante las cámaras.
Durante los primeros años, don Felipe y doña Letizia solían atender a los medios de comunicación con sus hijas a las puertas del Real Club Náutico de Palma de Mallorca, donde el entonces príncipe de Asturias acudía a competir en la Copa del Rey de Vela, aunque también se tomaron fotos de forma esporádica en otros lugares, como ocurrió en el año 2009 en los alrededores de la Catedral de Palma.
Hay que tener en cuenta que, como padres, tanto Felipe VI, que había crecido bajo la exposición mediática, como la reina Letizia, que había tenido una infancia totalmente distinta, habían llegado a la conclusión que el futuro no podía robar el presente. Así que durante años las apariciones públicas de Leonor y Sofía se midieron y se dosificaban a lo largo del año, ya que querían que las niñas tuvieran una vida lo más parecida a lo que les correspondía con su edad.
Primeras salidas
Precisamente por eso las apariciones en Mallorca, ya sea en el Palacio de Marivent como en el Real Club Náutico eran tan esperadas, ya que era una de las ocasiones anuales en la que los príncipes salían con sus hijas de forma pública. Todo ello empezó a cambiar cuando las niñas fueron un poco más mayores y estuvieron listas para hacer otro tipo de planes familiares, aunque formaran parte de la vida oficial.
Ya en el 2013, cuando la princesa Leonor tenía 7 años y la infanta Sofía tenía 6, la familia comenzó a hacer salidas que mostraban una cara distinta de la isla y en el 2014, en el que fue su primer verano siendo reyes, combinaron el tradicional posado en el Palacio de Marivent con las excursiones.
Siempre pendientes de sus hijas
Los encuentros en Marivent, a los que acudían fotógrafos y periodistas, también fueron una toma de contacto de la princesa Leonor y la infanta Sofía con los medios de comunicación a medida que fueron creciendo, aunque como siempre que los reyes estaban con sus hijas, sobre todo, mientras fueron niñas, el ambiente era espontáneo y don Felipe y doña Letizia estaban pendientes de que ellas se sintieran cómodas.
En el 2017, se dieron las dos citas: la tradicional en el Palacio de Marivent y una salida por la isla. En ese año la familia acudió a Can Prunera, un museo de arte modernista situado en Sóller. Con once y diez años, la princesa y la infanta ya mostraban muchas inquietudes, hacían preguntas a sus padres y se interesaba por todo lo que les rodeaba.
Para aquel entonces, cada una ya mostraba su personalidad delante de las cámaras.
En el 2018, un año con bastantes apariciones públicas, ya que la familia acudió al concierto de Ara Malikian (el músico elegido para tocar en el 2024 en el Palacio Real de Madrid con motivo del décimo aniversario del reinado de Felipe VI) que se celebró ese agosto en Palma, la cita para el tradicional posado fue en el Palacio de la Almudaina, una de las residencias gestionadas por Patrimonio Nacional.
Crecer en todos los sentidos
El 2020 lo cambió todo y para todos. La pandemia por la COVID-19 había hecho estragos y fue un verano anómalo. Se suspendieron muchas citas y otras se seguían celebrando de forma telemática, ese verano la familia realizó su salida cultural a Petra, donde conocieron la Casa Museo de Fray Junípero Serra, pero también fue el año en el que la princesa de Asturias y la infanta Sofía dieron un paso más y mostraron otras realidades. Leonor ya tenía 14 años y Sofía 13, así que acompañadas de sus padres visitaron un centro socio educativo en Son Roca, un lugar de la periferia de Palma de Mallorca, en el que el 60% de los jóvenes abandona sus estudios antes de terminar la Educación Secundaria Obligatoria. Esta es una muestra de que durante sus apariciones en Mallorca, hemos visto a Leonor y Sofía crecer en todos los sentidos.
Y en el 2022, cuando volvió algo parecido a la normalidad, las "niñas" habían crecido. Con 16 y 15 años, la primera y la segunda en la línea sucesoria se habían hecho mayores. La princesa de Asturias ya había completado un curso en el UWC de Gales, y llevaba tiempo asumiendo su compromiso con los premios Princesa de Asturias y Princesa de Girona y ya era evidente que la infanta Sofía era un gran apoyo, una compañera y una pieza clave en el futuro de la institución.
Felipe VI quiso que su familia descubriera Valldemossa, en la sierra de Tramontana, donde los reyes y sus hijas hicieron el mismo recorrido que hacen todos los turistas, empezando por la Cartuja donde residió Frédéric Chopin, por los jardines y descubriendo los interiores de un conjunto arquitectónico que fue creado como residencia real.
Nuevas tradiciones
Después de la pandemia no regresaron los posados en los jardines del palacio de Marivent, aunque la imagen de Leonor y Sofía en la residencia real de Cala Mayor ha regresado este año al incorporarse a la recepción de las autoridades y representantes de la sociedad balear. Lo que sí ha continuado, a medida que la princesa Leonor y la infanta Sofía iban cumpliendo etapas, eran las salidas culturales con sus padres, igual que las cenas con otros miembros de la familia del rey en alguno de los restaurantes de la isla o los planes con la reina Sofía, que bien podía ser a un mercado o al cine.
El del 2024 fue el verano más inusual de todos, ya que parte de la agenda de la Casa Real se concentró en los Juegos Olímpicos de París, a donde fueron la princesa Leonor y la infanta Sofía para apoyar a los deportistas españoles. Al margen de los asuntos políticos que marcaron la agenda del jefe del Estado, el "calendario" familiar también estaba condicionado por el ingreso de la princesa Leonor en la Escuela Militar Naval de Marín y el regreso de la infanta Sofía a Gales para cursar su segundo año de Bachillerato Internacional. A pesar de esto, los reyes, sus hijas y la reina Sofía pudieron disfrutar de unos días juntos en Mallorca y una muestra más de que es allí donde se ha podido ver cómo se hacían mayores, es que por primera vez la princesa de Asturias se dejó ver conduciendo en la isla balear.