La Casa Real ha comunicado que la infanta Sofía estudiará Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la universidad Forward College, así se despeja la que ha sido una gran incógnita desde que a final de mayo terminó en Gales el Bachillerato Internacional. Hablamos con Tania Alonso Sainz, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, doctora en Educación y una de las autoras del reciente informe Educando reyes: preparando a los herederos del siglo XXI de la Red de Estudios de las Monarquías Contemporáneas (REMCO) que examina los itinerarios educativos de los actuales herederos al trono de Dinamarca, Reino Unido y España. Ella nos cuenta cómo se educa a un joven para que asuma un rol de la máxima relevancia institucional, qué peculiaridades tiene la formación de los hermanos y hermanas en una monarquía actual y nos explica las claves del futuro de la infanta Sofía.
El papel de los hermanos en las monarquías actuales
Tal y como nos explica Tania Alonso Sainz en las monarquías contemporáneas, a los hermanos de los herederos se les orienta hacia el apoyo, la representación y el fortalecimiento de los valores y responsabilidades que sustentan a la institución: "El papel que va a tener la infanta Sofía responde a los principios de actuación de que estableció la Familia Real en el 2014. No es positivo que los hermanos de los herederos tengan un mero rol de reemplazo o un papel secundario, esto responde a un asunto contemporáneo: las monarquías se ganan su legitimidad no por historia o la legalidad, sino con su ejercicio ejemplar, es una legitimidad de ejercicio. Esto hace que la formación y las funciones asignadas jueguen un papel esencial".
'Por su proximidad en edad, su capacidad para entender la complejidad de la institución y, sobre todo, por el vínculo que les permite preservar su identidad más íntima y su cotidianidad familiar, los hermanos ocupan un lugar único dentro de una familia real'
"Tradicionalmente, este principio de ejemplaridad se asociaba principalmente con el heredero al trono, quien encarnaba la continuidad de la institución. Sin embargo, la longevidad de los monarcas actuales ha transformado las dinámicas tradicionales dentro de las casas reales y la ejemplaridad ahora es un principio inherente a la institución. Es decir, también interpela a los hermanos y hermanas, les exige asumirla en primera persona desde su propia posición y responsabilidad. Esto, a su vez, define un horizonte formativo de gran profundidad, formando con rigor y solidez a quienes comparten la corresponsabilidad de preservar y fortalecer la institución. Es desde esta corresponsabilidad desde donde se comprende la práctica común en diversas casas reales de formar a los hermanos de los herederos actuales de un modo similar a estos", nos explica la profesora de la Universidad Complutense de Madrid y doctora en Educación
La experta en Educación nos cuenta que este itinerario, el que ha seguido la infanta Sofía, es clave de cara a la legitimidad del ejercicio y la conexión con la ciudadanía: "Es en los momentos difíciles cuando afloran los intangibles de la formación: quién eres, cuál es tu carácter, en qué valores y virtudes te han formado. El ejemplo reciente más claro es la cara manchada de barro del Rey en Paiporta… Ese día el Rey ganó más legitimidad de ejercicio y se vio quién es y la formación que tiene".
'En los momentos difíciles afloran los intangibles de la formación: quién eres, cuál es tu carácter, en qué valores te han formado. El ejemplo reciente más claro es el del Rey en Paiporta'
"Esta tendencia no solo responde a la necesidad de preservar la ejemplaridad como principio compartido, sino también al hecho de que los hermanos constituyen un apoyo fundamental para el heredero. Por su proximidad en edad, su capacidad para entender la complejidad de la institución y, sobre todo, por el vínculo que les permite preservar y recordar su identidad más íntima y su cotidianidad familiar, los hermanos ocupan un lugar único dentro de la familia real. En sus gestos y complicidades se mantiene viva una relación que conjuga las exigencias propias de la institución con la calidez del hogar, como espacio de acogida incondicional que toda familia está llamada a ser para cualquiera de sus miembros, al margen de los roles, funciones o expectativas que la pertenencia a la Casa Real pueda conllevar", advierte la experta.
'En sus gestos y complicidades se mantiene viva una relación que conjuga las exigencias propias de la institución con la calidez del hogar'
Esta similitud en la formación de herederos y hermanos también responde a un aspecto del todo comprensible: el compromiso de cualquier padre por ofrecer a todos sus hijos las mismas oportunidades de desarrollo y realización, independientemente de sus roles dentro de la familia. "Esta homogeneización en la formación de los herederos y sus hermanos se observa claramente en los casos estudiados, como el de la infanta Sofía, cuya educación sigue un camino muy similar al de la princesa Leonor, algo que no ocurrió con las infantas de la generación previa. De manera similar, puede observarse en el caso del heredero británico y su hermano, el príncipe Harry, y más aún en la educación que el actual Príncipe de Gales está proporcionando a sus hijos o en el esfuerzo de los reyes Federico y Mary de Dinamarca por trazar recorridos similares para sus cuatro hijos", nos avanza la profesora como parte de las conclusiones que extraídas del informe Educando reyes: preparando a los herederos del siglo XXI.
"La formación que la infanta Sofía ha seguido hasta ahora, exceptuando en lo militar, es la misma que su hermana: el Colegio de Santa María de los Rosales para la educación obligatoria y el Bachillerato Internacional en el UWC de Gales, que es especialmente interesante por dos puntos que le diferencian de nuestro bachillerato nacional, la asignatura de Acción y Servicio, y una monografía que es un trabajo muy serio y riguroso de investigación. Además, en este programa los evaluadores de exámenes son externos, no sus propios profesores", nos explica Tania Alonso Sainz.
'Para la educación en las casas reales también se basan en experiencias familiares previas y con el deseo de acertar que guía a todas las familias. Las decisiones de la formación de Leonor y Sofía han estado muy inspiradas en los pasos de su padre'
En ese sentido, y después de estudiar los pasos que han dado en los últimos años las monarquías española, danesa y británica, al respecto de la formación de los nuevos miembros, asunto sobre el que versa el último informe publicado por REMCO, la doctora en Educación señala como en las casas reales, en lo que respecta a la educación obligatoria, las decisiones se toman de un modo muy parecido a cómo lo hace cualquier familia: "Se basan en experiencias previas familiares y con el deseo de acertar que guía a todas las familias, las decisiones de la formación de Leonor y Sofía han estado muy inspiradas en los pasos de su padre".
Sobre los autores del trabajo de investigación del que se habla en este artículo:
Tania Alonso Sainz es profesora en el Departamento de Estudios Educativos de la Universidad Complutense de Madrid. Doctora en Educación (UAM, Madrid, 2020), Máster en Filosofía de la Educación (UCL, Londres, 2015) y Licenciada en Pedagogía (UCM, Madrid, 2013). Miembro activo de los grupos de investigación GIAFE (Grupo de Investigación de Antropología y Filosofía de la Educación) y de GIPES (Grupo de Investigación sobre Políticas Educativas Supranacionales). Sus líneas de investigación preferentes son la identidad docente, la formación inicial del profesorado y las políticas educativas públicas. En el trabajo de investigación REMCO-UCM Educando reyes: La educación de los herederos de las monarquías europeas, realizado en el marco del proyecto OTRI de la Universidad Complutense de Madrid, también han participado David Reyero, profesor titular en el Departamento de Estudios Educativos de la Universidad Complutense de Madrid, que posee una amplia experiencia en el ámbito de la reflexión teórica en torno a los diferentes aspectos de la acción educativa y el conocimiento pedagógico; y María José Ibáñez-Ayuso, que es profesora en la Universidad Francisco de Vitoria, Doctora en Educación por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Memoria y Crítica de la Educación (UNED y UAH, 2020), Graduada en Psicología (UCM, 2015) y Doble Diplomada en Magisterio de Educación Infantil y Primaria (UFV, 2011).