La princesa Leonor ha recibido este lunes en Santiago de Compostela la máxima distinción que otorga la Xunta: la medalla de oro de Galicia. A esta condecoración se suman otros obsequios que ha recibido de manos del presidente Alfonso Rueda que le hizo entrega de un regalo institucional, un ejemplar del álbum Nós de Castelao, y la obra completa de Rosalía de Casto, editada por la fundación que lleva el nombre de la escritora. También ha recibido unos pendientes y un colgante de filigrana de plata y azabache, elaborados por la artesana Susi Gesto, que nos ha dado todos los detalles sobre estas piezas únicas llenas de historia, tradición y leyenda.
Se trata de joyas únicas y personalizadas realizadas en filigrana de plata y azabache asturiano siguiendo la técnica de orfebrería tradicional de Santiago y que reproduce, entre otros detalles, un ancla. "En parte de su joya está presente un ancla por su estancia en la Marina. Por otro lado, es una reinterpretación más de una pieza tradicional gallega que se llama 'Sapo'. Para mí es la pieza reina de nuestra orfebrería", ha contado Susi. El 'Sapo' es un tipo de joya tradicional gallega que data del siglo XVIII con la forma precisamente de un sapo o rana a la que la leyenda atribuye propiedades mágicas.
"En mi taller se sigue trabajando de forma puramente artesanal, desde el esbozo, la preparación de los materiales hasta el final de la pieza", asegura Gesto que pertenece a la tercera generación de orfebres, un oficio que va ligado a la historia cultural y religiosa de la ciudad. "Mi padre y mi abuelo ya se dedicaban a este oficio tan importante en la ciudad de Santiago de Compostela". Cada encargo es único para una artesana como Susi Gesto, pero este, además, "supone sobre todo una responsabilidad". "Cada pieza intento hacerla mía tratándola sobre todo con mucho cariño", nos cuenta.
Además de un finísimo trabajo de orfebrería, el regalo que se lleva Leonor es historia y tradición de Santiago de Compostela. Por eso, la pieza iba acompañada de un dossier personalizado con el esbozo, las fotografías de su proceso de creación e información sobre las técnicas utilizadas y la importancia del azabache en la ciudad. Hay que recordar que es una piedra profundamente ligada al Camino y sus peregrinos y a la que tradicionalmente se le considera un amuleto protector.
Con estos pendientes y un colgante -que también puede ser un broche- pone justamente el broche (literal y metafórico) a sus intensos meses en la Armada. Es una buena forma de volver a las esencias gallegas después de un intenso crucero de instrucción en el que estuvo cerca de siete meses navegando y formándose como guardiamarina. Ahora, con la medalla de oro de Galicia y también el título de hija adoptiva de Marin que recibió después, comienza un nuevo capítulo, pero advierte: "No voy a tener morriña alguna porque a Galicia quiero volver siempre".