La princesa Leonor se encuentra a punto de terminar su formación en la Armada. Tras estar durante 19 días en la fragata Blas de Lezo, una de las más capaces y avanzadas del mundo, aprendiendo de cerca del funcionamiento real de un buque de guerra, se encuentra en Gijón con sus compañeros del buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Es la recta final a un curso en el que ha estado muchos meses en alta mar y que está a punto de finalizar.
El pasado 14 de junio, la guardiamarina Borbón Ortiz se embarcaba en la Blas de Lezo y este miércoles por la tarde se producía su transbordo de esta fragata al Juan Sebastián de Elcano. La Princesa fue trasladada al atardecer de este miércoles en una lancha, cerca de la costa de Gijón, y horas antes del que ambos barcos entraran en el puerto asturiano.
Tal y como recoge una publicación del Ministerio de Defensa titulada Ceremonial marítimo. Tradiciones, usos y costumbres de La Armada, cuando las circunstancias lo permiten, en las ocasiones en las que se cruzan dos buques de guerra, en la mar o en puerto y entre la salida y la puesta de sol, se da la voz de ‘honores por babor’ u ‘honores por estribor’ y se ordena ‘firmes’ con el silbato. El contramaestre da una pitada larga de atención. La guardia militar, si está formada, pone las armas sobre el hombro o, en el caso de saludar a una insignia embarcada, la posición de armas que corresponda. El personal en cubierta da frente a la banda ordenada y saluda militarmente. Al terminar de cruzarse los buques se ordena la ‘retirada de honores’ seguido de las pitadas correspondientes. El saludo lo inicia siempre la unidad o insignia más moderna y la retira la más antigua. Cuando se saluda a una insignia embarcada, solo la autoridad devuelve el saludo.
En puerto, los buques saludan a las insignias en movimiento solo cuando se les notifica con antelación. Aunque hoy es muy poco frecuente, tradicionalmente los barcos mercantes saludan a los de guerra arriando su bandera. Se les responde arriando la bandera nacional a media driza y volviéndola a izar inmediatamente a tope, después de lo cual el mercante iza la suya.
La Blas de Lezo ha llegado a Gijón procedente de Las Palmas de Gran Canaria y previo paso por Ceuta, mientras que Elcano ha cruzado el Atlántico tras realizar una última escala internacional en Nueva York. Fue precisamente en la ciudad de los rascacielos donde Leonor de Borbón dejó temporalmente la travesía para volver a España en avión y ampliar su formación con los ejercicios Sinkex-25, las actividades con munición real más complejas de los últimos tres años, que incluyen misiles y torpedos.