La reina Letizia siempre invita a coger un libro. Es la lectora voraz que impulsa a leer, en cuanto encuentra el escenario apropiado. La que no para de hablar de la importancia de la lectura, porque "nos hace mejores personas". La que da las gracias a los que hacen posible que niños, jóvenes y adultos encuentren la oportunidad de mirar al mundo desde otro lugar … Convencida de que leer "sí es imprescindible para aprender a pensar" y de que es "de verdad lo que queda, nos llena y abre la mirada", siempre está a la caza de otro título. Se conoce todas las librerías de Madrid, pide montañas de ellos on line y en la Feria del Libro arrasa. Pero no es solo lo que se lleva el día de la inauguración, sino también cuando vuelve al parque del Retiro, a por otros ejemplares, "escondida".
Le interesa todo: historia, ensayo, poesía, novela, relaciones sociales, feminismo, filosofía, política… A lo largo de los años, la hemos visto volver a casa, desde el Retiro, con bolsas llenas de volúmenes para Felipe VI, para sus hijas y para ella… Y en esta última salida "secreta", iba de nuevo bien cargada y llevando uno en la mano: "Deséenme un buen viaje". Como si nos dijera: "No se lo pierdan". Lo firma Gina Montaner y es la crónica íntima de un padre y una hija, con el trasfondo de la eutanasia. De esta obra, dice Sonsoles Ónega, amiga de la Reina, que es "un credo imprescindible para entender la vida y valorar la muerte. Valiente, sincero y conmovedor. No dejará a nadie indiferente por sus enseñanzas y su sabiduría".