Irene Urdangarin, la cuarta hija de la infanta Cristina, cumple este jueves 20 años. Una cifra redonda que llega en un momento muy dulce para la sobrina del rey Felipe. Está viviendo su primer gran amor y se ha convertido en universitaria. Este curso ha abandonado el nido y ha echado a volar a Reino Unido, un país que conocen bien sus hermanos Juan y Miguel, quienes también hicieron sus careras en Inglaterra. Es de la generación de la princesa Leonor (le saca solo cuatro meses) y ya está asentado los pasos para su futuro.
Hace nueve meses, Irene comenzó una nueva etapa en Oxford. En septiembre de 2024 llegaba a la ciudad inglesa arrastrando una maleta cargada de ilusiones y seguro que de alguna otra incertidumbre. No es la primera vez que vive lejos de casa, pero sí la primera que lo hace como universitaria con los desafíos y la exigencia que ello supone. Antes, residió durante dos meses con su abuela, la reina Sofía, en lo que fue una gran oportunidad de estar juntas tanto tiempo después de años y tras haber pasado un tiempo en Asia, donde trabajó como voluntaria con el padre Figaredo, en Camboya, ayudando a los habitantes de Battambang y ayudando en los proyectos con discapacitados físicos y mentales. Fue una experiencia única que ya forma parte de su bagaje vital.
En Oxford ha realizado el primer curso de Hostelería, Gestión de Eventos y Turismo en una de las mejores universidades del país y ha vivido en una residencia de estudiantes cercana al campus, con alumnos de diferentes nacionalidades. En su primer día no faltó la infanta Cristina, quien ya vive sola en Ginebra después de que sus cuatro hijos estudien o trabajen lejos de Suiza. A pesar de la distancia, la unión madre e hija es inquebrantable.
Los kilómetros tampoco han hecho mella en su relación con Juan Urquijo, hijo menor del empresario Lucas Urquijo Fernández de Araoz y Beatriz Moreno de Borbón-Dos Sicilias, y hermano de Teresa Urquijo, mujer del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Llevan juntos desde hace algo más de dos años, se conocen desde la infancia, pero se reencontraron en 2023 durante las vacaciones estivales y todo cambió cuando empezaron a salir gracias a Victoria de Marichalar. Se conocían de toda la vida, puesto que ambos son descendientes directos del rey Alfonso XII y sus familias, además de compartir lazos de sangre, son muy amigas. Juan tiene siete años más que Irene, es graduado en Ingeniería Agrónoma, siendo especialista en Agronegocio y Gestión de Caza, por la Universidad de Cirencester (Gloucestershire). Tiene fijada su residencia en la capital de España y trabaja en asuntos relacionados con el mundo rural.
Aficiones compartidas
Ambos comparten aficiones como la música, la lectura, el cine, viajar, esquiar, el tenis y la hípica. Asimismo, tiene una marcada faceta solidaria. En 2016, Juan trabajó como voluntario en un programa agrícola en Filipinas para ayudar a personas en riesgo de exclusión social e Irene, como mencionábamos unas líneas más arriba, estuvo en Camboya colaborando con el jesuita Enrique Figaredo.
El pasado abril, Irene y Juan dieron un paso más al oficializar su noviazgo y presenciar uno de los momentos clave de la Semana Santa malagueña al presenciar el desembarco de la Legión y el traslado del Cristo de la Buena Muerte hasta la iglesia de Santo Domingo, sede de la Congregación de Mena. Fue la primera vez que la hija menor de la infanta Cristina y Juan presumían de amor en un acto público de tanto calado. Irene y Juan ya había acudido juntos a celebraciones familiares como la preboda de Victoria López Quezada, el 30 de agosto, a la fiesta por el 87 cumpleaños del rey Juan Carlos en enero, en Abu Dabi, pero solo hasta su aparición en Málaga se pudo decir que son ‘oficialmente’ novios. Irene Urdangarin tiene por delante su primer verano como universitaria, en el que seguro que habrá reencuentros con sus padres, sus hermanos y con Juan.