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Después de 4 meses y 23 días en alta mar, la princesa Leonor se prepara ya para cerrar la que ha sido una de las experiencias más exigentes y apasionantes de sus 19 años de vida. Su intenso y largo viaje a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano habrá dejado en ella una huella imborrable y sinfín de recuerdos que acumula junto al resto de guardiamarinas, compañeros con los que ha establecido un vínculo muy estrecho que posiblemente perdurará de por vida. Ahora toca decirles adiós, o más bien un 'hasta pronto', puesto que volverá a reencontrarse con ellos antes de que les dé tiempo a echarse de menos.
© Getty ImagesLa número uno en la línea de sucesión al trono llega este jueves 5 de junio a Nueva York (Estados Unidos), la que será la última y definitiva parada de una travesía de 17.000 millas náuticas por el continente americano desde que zarpara el pasado 11 de enero en Cádiz. Una vez desembarque en la ciudad de los rascacielos, la hija mayor de Felipe VI y doña Letizia cogerá un vuelo y regresará a España en avión, mientras que sus compañeros aún permanecerán en el bergantín-goleta para hacer el camino de vuelta a nuestro país. La futura jefa del Estado regresa a casa, donde podrá volver a abrazarse con su familia, aunque su estancia en Zarzuela será prácticamente un visto y no visto.
© GTRESTendrá que aprovechar al máximo Leonor de Borbón esas horas de desconexión y relax de las que dispone en Madrid, en la que volverá a ver a su padre, el monarca, y a su hermana pequeña, la infanta Sofía tras no hacerlo desde prácticamente las pasadas navidades. A su madre, la Reina, sí tuvo la oportunidad de estar con ella cuando la esposa del soberano viajó por sorpresa a Ciudad de Panamá el pasado 3 de mayo para reencontrarse con su primogénita. Con ellos, la princesa de Asturias disfrutará solo de un breve descanso ya que la próxima semana le espera ya el nuevo paso de su formación castrense: su integración en uno de los navíos más importantes de la Armada Española.
© Getty Images5 fragatas a la espera de Leonor y dos favoritas para embarcarse
Según la información exclusiva que maneja ¡HOLA!, la que algún día será capitana general de los ejércitos se subirá a bordo de una de estas 5 fragatas: la Méndez Núñez, la Álvaro de Bazán, la Cristóbal Colón, la Blas de Lezo o la Almirante Juan de Borbón (F-102), siendo estas dos últimas las favoritas para ser la elegida. La que lleva el nombre de su bisabuelo paterno, que se encuentra actualmente en aguas de la bahía gaditana, es la más moderna de todas y una de las más avanzadas del mundo. Además, de ser finalmente designada, sería algo que entroncaría con la historia que ha vivido la familia de Leonor relacionada con el mar a lo largo de varias generaciones.
© armada.defensa.gob.esEn cuanto al buque de guerra Blas de Lezo (F-103), en estos momentos navega rumbo a Rota y tiene muchas papeletas para que veamos ahí a la hija mayor de los Reyes. Curiosamente, esta participó hace tres semanas en un homenaje que se hizo en Cartagena de Indias al ilustre oficial de la marina española. Fue durante la escala del Elcano en la ciudad colombiana, cuando se hizo un acto solemne que incluía una ofrenda floral frente a su estatua. Un momento dedicado al que es todo un símbolo de resistencia en Latinoamérica, ubicado a unos pasos del Castillo San Felipe de Barajas, fortaleza militar construida en 1657 durante la época colonial.
© alcaldiacartagenaPor su parte, la fragata Méndez Núñez (F-104) ha participado este año en el despliegue multinacional 'High Mast' liderado por el Reino Unido, iniciativa europea para la interoperabilidad de Grupos Aeronavales que no se encuadra en ninguna misión concreta, ya que responde a objetivos estratégicos dentro de la política de Defensa. Al mismo tiempo, la nieta de Juan Carlos I y doña Sofía también podría embarcarse en la Cristóbal Colón (F-105), cuyas últimas coordenadas en el mapa corresponden a Dublín (Irlanda) por su participación en el ejercicio conocido como 'Formidable Shield 2025’ de la OTAN. Por último, la nave pionera y bautizada como Álvaro de Bazán (la F-101), que se entregó a la Armada en 2022, se encuentra ahora mismo en Ferrol.
© armada.defensa.gob.esSobre las características de estas cinco fragatas, englobadas dentro de la clase F-100, tienen 147 metros de eslora, 18,5 m de manga y un desplazamiento de 5.800 toneladas; propulsión con 2 hélices, 2 Turbinas de Gas LM-2500 y 2 Motores Diesel Bazán Bravo-12 que le permiten alcanzar altas velocidades (29 nudos). Dotadas para 201 personas, de armamento cuentan con un lanzador vertical Mk-41 para misiles Standard SM-2 y ESSM, que puede albergar también misiles de crucero Tomahawk. Igualmente, poseen dos lanzadores cuádruples de misiles Harpoon y y torpedos; cañón de 5" Mk-45 con dirección de tiro Dorna; dos ametralladoras Oerlikon de 20 mm y 4 Browning de 12,7mm; sensores de radar y equipos de Guerra Electrónica Aldebarán y Regulus.
Por otro lado, luego están las llamadas fragatas de tipo F-110, que están aún en construcción, y son la Barceló (F-115), la Bonifaz (F-111), la Luis de Córdova (F-114), la Menéndez de Avilés (F-113) y la Roger de Lauria (F-112).
La Princesa volverá al Elcano dentro de un mes
Tras su experiencia en la fragata, el 3 de julio Leonor volverá al Juan Sebastián de Elcano una vez este haya llegado a Gijón (Asturias) procedente de las Américas. De esta forma, la Princesa retomará el contacto con sus compañeros del buque escuela, algunos de ellos ya convertidos en grandes amigos. El barco irá entonces rumbo a Marín (Pontevedra), donde finalizará el crucero de instrucción el 14 de julio, dos días antes de la tradicional entrega de despachos en la Escuela Naval, el día del Carmen. Ya el 21 de julio de 2025, la embarcación retornará por último a Cádiz, donde empezó todo.
© Europa PressComparando esta nueva fase para Leonor con la que vivió su padre hace casi cuatro décadas, el ahora rey Felipe se incorporó primero en su momento al portaeronaves Dédalo, en la base naval de A Graña, y después a la fragata Asturias tras formarse en el Elcano. Fue a partir un 6 de junio de 1987, cuando emprendió un viaje de carácter estratégico y militar que le permitió visitar y conocer los puertos europeos de Brest (Francia), Den Helder (Holanda), Kiel (Alemania) y Portsmouth (Reino Unido).
