El rey Juan Carlos no ha acudido al acto de conciliación que este viernes ha tenido lugar en el complejo judicial de Santander. El padre de Felipe VI lleva desde inicios de semana en Sanxenxo (Pontevedra) y demandó al expresidente de Cantabria por difamación y vulneración de su derecho al honor después de las “expresiones calumniosas e injuriosas”, que, según la defensa del antiguo jefe del Estado, realizó el político entre mayo de 2022 y enero de 2025 en varios medios de comunicación.
Revilla ha llegado a la sede judicial de Las Salesas, rodeado de una gran expectación y una nube de fotógrafos y periodistas que le han preguntado cómo estaba. El expresidente ha dicho que llegaba “tranquilo” porque “no he hecho nada ilegal” y ha asegurado que le hubiera gustado decirle a don Juan Carlos que “pidiera perdón de verdad y que repatriara todo ese dinero que está por ahí”, según declaraciones recogidas por Europa Press. También ha adelantado que no se retractará de sus palabras y que “previsiblemente” irán a juicio.
El acto, en el que el Rey ha estado representado por su abogada, ha terminado sin acuerdo tras quince minutos y la defensa de Revilla ha argumentado que su cliente “no puede decir que ha mentido”, como solicita la parte demandante, porque, a su juicio, lo que hizo fue “vertir una serie de opiniones críticas” en base a “unos hechos de los que es evidente que él no tiene conocimiento por sí mismo”, sino por medios de comunicación.
El monarca reclama una indemnización de 50.000 euros por daños morales, cantidad que será donada íntegramente a Cáritas España. El pasado miércoles, el rey Juan Carlos respondió a los periodistas que le preguntaron si asistiría o no a dicho encuentro. En su salida del restaurante marisquería D’berto, uno de sus lugares favoritos para comer cada vez que acude a Sanxenxo, hizo unas breves declaraciones al respecto.