Durante la visita de Estado a Suecia

Doña Letizia hace un guiño a la reina Sofía al elegir la tiara de lis

La Reina ha escogido una diadema que tiene un especial significado para la cena de gala que se ha ofrecido en su honor durante esta visita

Por Marina Ortiz Cortés

Los Reyes han asistido en la noche del miércoles a la primera cena de gala en el extranjero (no han llevado tampoco mascarilla) desde que comenzara la pandemia, que se ha celebrado en el Palacio Real de Estocolmo, situado en una de las islas de la ciudad sueca. Doña Letizia se ha vestido para la ocasión con un espectacular traje de tul de color azul marino de H&M Concious, un look que ha completado con algunas de las joyas más espectaculares del joyero real. La Reina se ha puesto una de sus tiaras más importantes, la diadema de lis, que representa con la mencionada flor a la dinastía borbónica y que se puso por última vez en octubre de 2019 durante el viaje de Estado que realizaron a Japón. La alhaja, creada en 1906 por la firma española Ansorena en platino y brillantes con charnelas formando motivos vegetales, tiene en este viaje un significado muy especial.

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Doña Letizia ha escogido esta tiara, que ella estrenó en febrero de 2017 con motivo del viaje a España del presidente de Argentina y su esposa, pero que previamente había llevado por primera vez la reina Sofía en 1983 durante la primera visita de Estado de los Reyes suecos a nuestro país. Un guiño a la madre del rey Felipe, pero también a la Familia Real sueca en este caso, que ha acompañado con otras piezas de importancia histórica y familiar, como los pendientes de chatones o las pulseras gemelas, ambas parte de las llamadas joyas de pasar de la reina Victoria Eugenia, que tantas otras veces han lucido también las dos Reinas. 

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- Las tiaras de las que dispone doña Letizia, una a una

Esta es la primera vez que vemos a doña Letizia vestida de gala y sin mascarilla desde 2019, ya que durante la celebración que tuvo lugar en el Palacio Real de Madrid hace una semana junto al presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, y su hija Laura, la Reina mantuvo las medidas preventivas en todo momento. Solo durante la cena, cuando estaban ya sentados, se quitó la mascarilla para poder comer, tal y como mandan las normas en España. En Suecia no es obligatorio llevar esta protección a la que estamos ya tan acostumbrados, ni lo ha sido en ningún momento de la pandemia, por lo que nadie durante la velada la ha llevado. 

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Doña Letizia impacta con un vestido de tul en el que ya se había fijado Victoria de Suecia

La cena de gala se ha celebrado con unos 90 invitados entre los que estaban el rey Carlos Gustavo y su esposa, la reina Silvia, además de la princesa Victoria y su marido, Daniel; y el príncipe Carlos Felipe con su mujer, Sofia. Todas las mujeres de la Familia Real sueca han escogido también espectaculares joyas: la tiara de camafeos ha coronado la cabeza de la Reina, una pieza francesa, realizada a principios del siglo XIX y que perteneció a la emperatriz Josefina, que es la que la reina Silvia y su hija Victoria llevaron en su boda (en 1976 y en 2010), por lo que, sin duda, es una de sus favoritas; la Heredera ha apostado por la diadema de aguamarinas en la tradicional forma kokoshnik (la princesa Margaretha, hermana del rey Carlos Gustavo, la recibió en herencia de la princesa Sibila) mientras que la mujer del príncipe Carlos Felipe ha apostado por la que le regalaron sus suegros para su boda en 2015, que combina diamantes y esmeraldas. En esta ocasión, como ya hizo por ejemplo en la gala de entrega de los premios Nobel en 2017, Sofia sustituyó las esmeraldas por perlas.