Don Jaime de Marichalar, en calidad de presidente de la Fundación Axa-Winterthur, presidió ayer en el Centro Octubre de Cultura Contemporánea (Valencia) la apertura de los centenares de archivos secretos vaticanos relativos a los Papas Borgia, digitalizados por el Instituto Internacional de Estudios Borgianos (IIE) gracias a un acuerdo con la Santa Sede.
Destapó los secretos de los papas valencianos, pero se mostró hermético en relación con cualquier otro asunto. Se trataba de la segunda aparición pública del Duque de Lugo después del anuncio de su separación de la infanta Elena, tras su primer reencuentro con los Reyes en el museo del Prado. Como en aquel, en el solemne acto de ayer, don Jaime eludió toda pregunta sobre su estado anímico y se ciñó al protocolo. Asistió a la apertura de los archivos con semblante serio y sin articular palabra.
Serio y callado El Duque evitó todo protagonismo, pero su presencia junto al director del Instituto Internacional de Estudios Borgianos (IIE), Eliseu Climent, y el director del Instituto Ramón Lluch, Josep Bargalló, entre otras personalidades, era esencial, ya que este ambicioso proyecto había sido financiado por la fundación Axa-Winterthur que él mismo preside, gracias a su apuesta por proyectos culturales fuera de lo convencional.
Con el análisis de toda la documentación por parte de los investigadores se pretende descubrir los secretos de la enigmática estirpe papal de ascendencia valenciana y romper la leyenda negra que les persigue. Entre los centenares de miles de documentos vaticanos, que se pueden consultar, figuran concesiones, dispensas, sentencias, pagos, préstamos, contratos, cartas personales... Los Borgia han vuelto a casa.
