Don Felipe y doña Letizia concluyeron ayer en Albuquerque la primera etapa de su viaje oficial a Estados Unidos, que les llevará a partir de ahora a Washington y a Nueva York. Los Príncipes de Asturias abandonan hoy Nuevo México y lo hacen con las maletas llenas de afecto.
Fueron agasajados por su gobernador, Bill Richardson, con una cena en su residencia privada, situada en una de las colinas que rodean Santa Fe, la capital del Estado. Richardson aseguró -en castellano, su idioma materno- a sus invitados de honor que para ellos "España es, en verdad, la madre patria". Por su parte, el príncipe Felipe, que utilizó el inglés durante su discurso, salpicado con algunas frases en nuestro idioma, afirmó que "ningún español puede sentirse extranjero aquí, donde la lengua, los nombres de los pueblos, el paisaje y la gente hacen que uno se sienta en casa".
Encuentro con Gene Hackman El dirigente convocó para la ocasión a numerosas personalidades del Estado, entre las que se encontraba el actor Gene Hackman, protagonista de French Connection y Arde Mississippiquien conversó animadamente con los Príncipes. No pudo asistir, en cambio, [Julia Roberts], la residente más famosa de Nuevo México. La actriz, que reside desde hace un tiempo alejada de los focos de Hollywood en su rancho de Taos (Nuevo México), rechazó la invitación por su avanzado estado de gestación.
Su última actividad en Nuevo México, antes de poner rumbo a Washington, consistió en colocar la primera piedra de un nuevo edificio, diseñado por el arquitecto Miguel de Oriol, que pronto se sumará al complejo del Centro Nacional de Cultura Hispánica, el mayor de los Estados Unidos. Esta nueva construcción, que se llamará Príncipe de Asturias, albergará la sede del Instituto Cervantes y el Centro de Recursos del Ministerio de Educación español.
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