El Príncipe reúne en Oviedo a Harry Potter, Lula Da Silva y a las leyendas del Tour

Por hola.com
La Reina en el Palco Real
La solemne entrada del príncipe Don Felipe en el teatro Campo amor de Oviedo marca, como es tradición, el comienzo del acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, El himno nacional interpretado por la banda de gaitas de la ciudad de Oviedo escoltando la entrada de su alteza, da lugar a una de las mayores ovaciones de la tarde. Previamente, todos los invitados y asistentes al acto han mostrado, en pie, su respeto a la reina doña Sofía, que ocupa el palco de honor del teatro. En esta ocasión, junto a doña Sofía se encuentra el duque de Palma, Iñaki Urdangarín.

La entrada de los galardonados, que según el protocolo cumplimentan a la Reina y al Príncipe antes de ocupar su sitio, y la posterior entrega de sus correspondientes premios pone de manifiesto el respeto y admiración hacia la labor desempeñada por todos y cada uno de los participantes en los diferentes campos en que desempeñan su actividad. El príncipe, sonriente y relajado dentro de la solemnidad del acto, agradece a los premiados su presencia y les concede el diploma que les acredita como ganadores del preciado reconocimiento. Los discursos de agradecimiento y la intervención de don Felipe marcan el broche de oro a una jornada que culmina toda una semana de actos culturales y de homenaje a los premiados en el Principado. Horas antes, la reina y el Príncipe habían posado para la foto "de familia" de los Premios Príncipe de Asturias 2004 y habían conversado animadamente con algunos de los premiados.

Lula, el más rezagado
El rígido protocolo y las estrictas medidas de seguridad que rodean un acto de esta embergadura no ha impedido, sin embargo, que se produjeran momentos curiosos y divertidos entre los protagonistas de esta importante cita. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, no pudo evitar llegar tarde a la tradicional foto de familia, lo que obligó a esperar hasta veinte minutos al resto de los galardonados. El Príncipe y doña Sofía aprovecharon para hablar con algunos de los premiados como Kathleen Rowling, Premio a la Concordia 2003, a quien sus más de 200 millones de libros vendidos en todo el mundo la han convertido ya en la persona más rica de Inglaterra por delante, incluso, de la mismísima reina Isabel II. Don Felipe, que entregó la insignia de la Fundación a los galardonados en ese mismo acto, no tuvo problema en agacharse sonriente y bromear con la escritora Fatema Mernissi, Premio Príncipe de Asturias a las Letras, tras caérsele al suelo el pequeño broche de oro.