Federico y Mary de Dinamarca han sorprendido esta semana al retomar su agenda institucional, revelando además los planes inmediatos para cada uno de sus cuatro hijos. El príncipe Christian ya ha comenzado su formación en el Cuartel de Antvorskov, mientras que los príncipes Isabella y Vincent seguirán en los mismos centros educativos que el año pasado: Isabella continuará hasta su graduación en el verano de 2026, y Vincent cursará octavo grado. Pero la verdadera sorpresa vino con el anuncio sobre la más joven de la familia. La princesa Josephine, de 14 años, no solo cambiará de escuela, sino que también se mudará a 280 kilómetros de distancia, alejándose del núcleo familiar. Desde el primer momento, la Casa Real danesa dejó claro que esta decisión fue tomada por iniciativa propia de la princesa. Poco a poco, comienzan a conocerse los detalles y las motivaciones que llevaron a la cuarta en la línea sucesoria a dar el paso que la convierte en la princesa más libre de su casa.
La princesa Josephine ha tomado la decisión de estudiar su octavo grado lejos de su hermano mellizo, de su entorno habitual, de Copenhague y de la escuela privada Kildegård donde ha pasado los dos últimos años escolares. La hija de los Reyes de Dinamarca hace las maletas para trasladarse al sureste de Jutlandia e ingresar en el internado Spir Efterskole, una escuela privada que se define como "moderna, ambiciosa y basada en la investigación", y que para una joven que se ve atraída por el mundo de la interpretación y el teatro ofrece algo que no muchas escuelas tienen.
Al margen de las asignaturas obligatorias que tienen que impartir, desde este centro se ofertan "ocho desafíos" y cada alumno puede elegir el que mejor encaje con sus inquietudes: Aventura, Arte y Diseño, Gastronomía, Deportes de Equipo, Deportes de Raqueta, Vida acuática, Tecnología o Danza y Teatro. Así que, aunque, no se ha confirmado de forma oficial, teniendo en cuenta que durante los dos últimos años la princesa ha estado participando en funciones de teatro y desempeñando papeles puntuales en la pequeña pantalla, esta sería la principal motivación. Aunque la prensa danesa señala que esta asignatura se imparte en muchas escuelas, públicas y privadas, de Copenhague o sus alrededores, así que analizan que también tiene que haber un deseo de cambiar de aires y han reparado que el fundador de esta escuela (Nicolai Moltke-Leth) es un viejo conocido del rey Federico.
Tal y como se puede leer en la página web de la nueva escuela de Josephine, su programa está basado en la investigación: "Traducimos las experiencias y conocimientos más recientes sobre el aprendizaje y el bienestar de los jóvenes a la práctica cotidiana. Esto garantiza que nuestra enseñanza, nuestras estructuras y nuestra comunidad se basen en el conocimiento, en beneficio del desarrollo de cada estudiante".
Sin madrugones y aprendiendo a gestionar la energía
En esa línea, por ejemplo, tienen implementados los horarios escolares en función de la estructura del sueño propia de los jóvenes. "Al llegar a la pubertad, se producen cambios hormonales que afectan el ritmo circadiano interno. Esto significa que los adolescentes no suelen tener sueño hasta alrededor de las 11 p. m. y se sienten más despiertos y listos para clase por la mañana, por ejemplo, a las 9:30 a. m. Para adaptarnos a este patrón natural de sueño, la jornada escolar no comienza hasta las 10 a. m. con una asamblea matutina".
La asignatura principal de la escuela y de la que se sienten más orgullosos es una que se llama "Liberando el Potencial" y que busca ayudar a cada estudiante a crecer como persona. "No es solo una clase, sino una formación que acompaña a los jóvenes desde el primer día, ayudándoles a descubrir sus talentos, fortalecer su carácter y aprender a relacionarse mejor con los demás", cuentan. Para lograrlo, el programa se basa en cinco grandes temas: mentalidad de desarrollo, cómo funciona el cerebro, liderazgo transformacional, competencia social y gestión de la energía.
Estos temas se trabajan a través de las brújulas, que son herramientas que orientan el aprendizaje y el desarrollo personal. Cada brújula —la del Aprendizaje, la del Carácter y la Fundamental— se divide en tres áreas: personal, social y energética. Con ellas, los estudiantes aprenden a conocerse mejor, a cuidar sus relaciones y a manejar su energía para alcanzar sus metas. Todo el sistema está diseñado para que cada joven tenga las mejores condiciones para crecer, aprender y construir una vida con sentido.