El castillo de la discordia: la herencia de la reina Margarita encierra una gran incógnita que podría enfrentar a sus hijos

Las relaciones entre ellos nunca fueron fáciles, pero desde que reina Federico de Dinamarca nunca había trascendido ningún episodio de tensión con su hermano, el príncipe Joaquín, más bien todo lo contrario. Cuando Margarita II dejó el trono en manos de su hijo mayor los roles estaban bien definidos y el nuevo soberano tuvo varios gestos amables que vinieron a recordar que tanto Joaquín como sus hijos, a los mayores incluso les otorgó una condecoración, son seres queridos dentro de la institución aunque no ostenten labores de representación destacadas. Sin embargo, ahora un medio danés asegura que hay un asunto que la reina Margarita no ha dejado claro y que esa puede ser la bomba que dinamite de nuevo las relaciones entre los hermanos. 

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La reina Margarita traspasó la jefatura del Estado a su hijo mayor en enero de 2014, hay que recordar que para aquel entonces ya había dejado aparentemente todo bien atado, como fue la decisión de retirar los títulos reales a los cuatro nietos que en el futuro no tendrían función institucional, es decir, a los cuatro hijos del príncipe Joaquín. No obstante, en este ejercicio por allanar el terreno, hay un asunto que, según el medio danés SE OG HØR, se quedó en el tintero y puede ser un nuevo foco de tensión para los hermanos y esa es la fabulosa propiedad que la reina Margarita y su marido, el difunto príncipe Henrik, compraron en la localidad francesa de Cahors.

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Como ocurre en la mayoría de casas reales, el grueso de la herencia, incluidas las propiedades, pasan a manos de quien hereda la corona, ya que a menudo ostenta unas condiciones especiales que hacen que el patrimonio de la institución no se diluya, pero el caso del castillo francés es peculiar, ya que fue la reina Margarita la que lo compró en 1974 y es una propiedad privada, que además no está en suelo danés y no tiene ninguna consideración histórica ni es parte del patrimonio nacional.

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Conservar lo máximo posible

Según el citado medio, el destino de esta propiedad, que siempre ha sido el destino de vacaciones del príncipe Joaquín y los suyos, no está del todo decidida. "Las figuras centrales de la familia real, es decir, la pareja real, tienen interés en conservar lo máximo posible", explica el experto en familia real Lars Hovbakke Sørensen al citado medio, al tiempo que calcula que seguramente será el rey Federico quien acabe quedándose con el chateau que incluye una explotación vinícola.  

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Lo cierto es que este asunto ni es nuevo ni es fácil. El príncipe Henrik, que falleció en el año 2018, ya tuvo que esquivar esta pregunta. “Hemos pensado en dárselo al mayor, el príncipe heredero Federico, porque el príncipe Joaquín tiene su lugar en el sur de Jutlandia”, explicó entonces el marido de la reina, sin embargo, el príncipe Joaquín vendió esa propiedad de la que su padre hablaba en la península de Jutlandia, el Palacio de Schackenborg, que ahora acoge una fundación y es parte de los fondos estatales.

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La reina Margarita, durante una rueda de prensa, también en el 2018, fue preguntada por lo mismo: "Espero que la familia finalmente lo resuelva. Es decir, mis dos hijos. No quiero interferir en absoluto en lo que hacen". De esto se deduce que si la reina Margarita no toma una decisión en vida y lo deja así estipulado en su testamento, cuando ella no esté, será el miembro de mayo rango de la casa real que el que decida cómo se repartirá todo, de los fondos a las propiedades, y ese es el rey Federico. 

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Hay que recordar que aunque los dos hermanos han disfrutado de esta propiedad y es allí donde tradicionalmente la realeza danesa hacía sus posados de verano, en los últimos años es el príncipe Joaquín, que además está casado con una francesa, la princesa Marie, la que más ha disfrutado de este destino. Los condes Nicolás y Félix adoran este lugar y suelen ir allí en compañía de sus amigos, mientras que la reina Margarita continúa haciendo escapadas y siendo una más en los mercados de abastos de la zona. También hay que tener en cuenta que el chateau, que a lo largo de los años se amplió hasta convertirse en un auténtico sueño con piscinas y jardines, está rodeado de viñedos en activo y frente al río Lot.

Haz click para ver el especial sobre Federico X, rey de Dinamarca. Su ascenso al trono se produjo tras la abdicación por sorpresa de su madre, la reina Margarita. Lleva casado más de dos décadas con la australiana Mary Donaldson, con la que tiene cuatro hijos: Christian, Isabella y los mellizos Vincent y Josephine.   ¡No te pierdas su historia y dale al play!