Pocos palcos son tan exclusivos como la royal box de Wimbledon, un reducto de 74 cómodos asientos donde cualquier movimiento, conversación o saludo espontáneo es al más alto nivel. Este lunes, un rey y una duquesa se encontraban en el palco antes del partido entre el serbio Novak Djokovic y el australiano Alex de Minaur. Se trataba de Federico de Dinamarca, que acudió sin la reina Mary a Londres, y Sofía de Edimburgo, que llegaba a la grada después de cumplir con un compromiso oficial apenas unas horas antes.
El rey de Dinamarca se encontraba ya sentado en su silla de mimbre cuando llego la Duquesa. Acto seguido se levantó para dejarla pasar a su asiento, no sin antes darle dos besos e intercambiar unas amables palabras. La conversación que mantuvieron queda entre ellos dos, por supuesto, pero las imágenes sí dejan ver, por una parte, la buena sintonía que existe entre ellos, y por otra, la expresión de sorpresa de Federico X ante lo que le contaba la cuñada de Carlos III.
No son demasiado grandes los círculos de la realeza y suelen converger, por lo que Federico y Sofía ya se conocían. De hecho, ella y su marido, por entonces, Eduardo de Wessex acudieron a la boda de Federico y Mary de Dinamarca en 2004. También las dos mujeres coincidieron en varias ocasiones, como en 2016, cuando se les vio juntas en Ascot. Lo cierto es que la relación entre ambas familias reales siempre ha sido muy cercana, tanto que sus miembros están emparentados al descender de Christian IX de Dinamarca, primer rey de la casa Glücksburg, apodado el suegro de Europa ya que muchos de sus hijos se casaron con herederos y herederas de otras familias reales europeas.
Después de la charla, la duquesa de Edimburgo, que llegó en tiempo récord ya que venía de asistir a un acto con motivo del 20º aniversario de los atentados de Londres, se sentó en su asiento junto a su secretaria privada, Annabelle Galletley, a disfrutar del partido. El rey Federico por su parte, asistió con su amigo de juventud Christian von Buchwald con el que ya estuvo el domingo en Wimbledon viendo el encuentro entre Cameron Norry y Nicolás Jarry. Christian es médico y también fue entrenador de tenis del hijo de Margarita de Dinamarca, al que conoció cuando tan solo tenía 15 años. Su relación se hizo tan estrecha que es uno de los padrinos de la princesa Isabella. Además, su mujer Elisabeth trabaja para la casa real desde 2007.