Han transcurrido ya diez meses desde que estalló el escándalo con la primera detención de Marius Borg, el hijo que la princesa Mette-Marit tuvo antes de casarse con el príncipe Haakon, el heredero de la Corona de Noruega. Desde entonces, la situación ha ido agravándose con nuevas acusaciones, detenciones, órdenes de alejamiento, una semana en prisión preventiva e investigaciones que han puesto a la Familia Real noruega en el centro de la polémica. Mientras el rey Harald y los suyos buscan la manera de asegurarse el futuro con las brillantes incorporaciones de la nueva generación, el caso Marius sigue en marcha, mientras él disfruta del verano.
La indignación ha llegado a Noruega a la vez que se descubren las últimas vacaciones de Marius Borg entre Cannes y Mónaco. Yates, fiestas y los beach club más exclusivos de la Costa Azul se han abierto para él en un escenario que es el destino favorito de las grandes fortunas y también un lugar pensado para dejarse ver. Si bien medios noruegos cuentan con imágenes del hijo de la princesa Mette-Marit a su llegada a Cannes, buena parte de lo que se sabe de sus últimas vacaciones está en las redes sociales del que ha sido su compañero de fiestas.
El hijo de Mette-Marit de Noruega no ha estado solo en Cannes. Según Se og Hor, su buen amigo, el empresario noruego Per Morten Hansen (62), que es amigo del padre de Marius, Morten Borg (57), ha tirado de contactos para asegurarse de que Marius Borg fuera bien tratado allí. Así es como entraría en escena el empresario Rehan Syed, que se hace llamar Prince, y es un amante del lujo y la fiesta. Fue él quien compartió en redes sociales la comida con amigos en el restaurante La Guérite de Cannes, donde Marius comió, bebió, bailó y meneó las servilletas.
Según el citado medio, en Cannes, Marius subió a bordo del Da Vinci, un yate de casi 20 millones de euros que es propiedad de un empresario británico de origen iraní con potentes vínculos políticos. El yate le llevó al hijo de la princesa Mette-Marit a la playa a la Île Sainte-Marguerite, una pequeña isla frente a la costa de Cannes. Aquí se encuentra uno de los clubes de playa privados más exclusivos del mundo: La Guérite, un favorito entre las celebridades a nivel mundial y solo accesible en barco. La escapada de Marius terminaría en Mónaco, coincidiendo con la celebración de la final del Gran Premio de Fórmula 1 de Montecarlo.
Marius Borg, nunca fue un príncipe de forma oficial, pero sí vivió con la Familia Real de Noruega desde los cuatro años y gozó de la exclusividad y el privilegio que aporta un título real, pero en su peculiar caso sin las obligaciones y compromisos que ello conlleva. De momento, hay que recordar que él se declara inocente de todas las acusaciones, a excepción de la primera agresión, la que provocó su primera detención en agosto, que reconoció a través de un comunicado que compartió su primer abogado. Después, en el transcurso de la investigación y con la policía en posesión de sus dispositivos móviles, se comenzaron a investigar otras presuntas agresiones y dos de sus exnovias se sumaron también a las acusaciones. Él cambió de abogado y también de estrategia, fue entonces cuando emitió el segundo comunicado desde que comenzó todo. La investigación sigue en marcha, la Familia Real de Noruega se mantiene al margen y no hay una fecha anunciada para la conclusión de este caso.