Todo listo para el bautizo del primogénito de los príncipes Federico y Mary

Por hola.com

No hay espacio para la improvisación en un bautizo que contará con trescientos invitados, muchos de ellos de la realeza europea. Federico de Dinamarca y Mary Donaldson se esfuerzan por tener todo preparado para el día que, al fin, se desvele el nombre de su primogénito. El Príncipe (único "bebé" heredero a una Corona europea en un maremágnum de pequeñas herederas)será bautizado en la capilla del palacio de Christianborg y ya, cada detalle, está debidamente estudiado y contrastado. Lo único que no se podrá prever es si al Príncipe le dará por llorar a pleno pulmón u optará por el silencio. El sábado se verá...

Un ensayo general sin Príncipe
El miércoles dieciocho, a sólo tres días de la ceremonia bautismal, los príncipes Federico y Mary acudieron a la iglesia, aocmpañados por el obispo de Copenhague y la hermana de Mary, una de las madrinas, según todos los indicios. No acudió el protagonista del sábado, el pequeño Príncipe. Las bajas temperaturas escandinavas, y lo laborioso de la ceremonia, son las razones más que suficientes para que el pequeño se quedara dormido, y a cubierto, en palacio. Quienes sí acudieron fueron los niños del coro, y los Jefes de las Casas Reales y del Príncipe. Federico de Dinamarca llegó el primero, a las 11.31, conduciendo su Volvo. Poco después, llegó al templo la princesa Mary, acompañada por su hermana, Jane Alison Stephens. Todos ellos con ropa informal y muy sonrientes, respondiendo a las preguntas de la prensa que, con una sola voz, insistían en saber el nombre del pequeño. Pero, las sonrisas fueron la única respuesta. Si en un principio se esperaba que el ensayo durara tres cuartos de hora, al final se prolongó una hora y media. Los Príncipes no abandonaron la iglesia hasta las 13.00 horas.

Seguridad para un mañana sin sorpresas
Tantos invitados, y tanto boato en el bautizo, no puede ser celebrado sin unas estrictas medidas de seguridad que se han ido llevando a cabo día a día.