Hisahito está llamado a ser algún día emperador de Japón, de ahí que cada vez siga cobrando un mayor protagonismo dentro de las actividades oficiales de la realeza nipona. Así, tras recibir el pasado septiembre a los duques de Edimburgo en el Palacio Imperial de Tokio, el pasado fin de semana tenía que afrontar otro compromiso de relevancia dentro del país del sol naciente y, como es lógico, muchos ojos estaban puestos en él.
Durante dos días, el joven príncipe de 19 años acompañaba a su madre, la princesa Kiko, en un viaje de dos días a las islas Izu (que se extienden al sureste del archipiélago y cubren un área de aproximadamente 301,56 kilómetros cuadrados). Era una visita cargada de simbolismo y emotividad, puesto que hablamos de una zona que en 2013 fue severamente afectada por el tifón Wipha, un desastre natural que causó entonces más de un treintena de víctimas mortales y numerosos desaparecidos.
Por eso, no cabe duda que el acto más significativo se producía cuando el hijo de Fumihito de Akishino presentaba sus respetos y honraba la memoria de los 36 fallecidos que hubo por la catástrofe. Lo hacía, tal y como recoge la prensa local, al lado de su progenitora y depositando una corona de flores sobre uno de los monumentos funerarios que hay allí, concretamente en el parque conmemorativo que recuerda a todas las personas que se vieron afectadas.
Otras actividades donde se pudo ver al número dos en la línea de sucesión fue cuando acudieron a una residencia para mayores, donde tuvieron la oportunidad de saludar y charlar animadamente con algunos de los ancianos que allí viven. También visitaron un museo, así como una refinería de aceite de camelia. Por último, fueron testigos de una carrera muy especial organizada en el marco de las 'Sordolimpiadas', los juegos para atletas con dificultades auditivas.
Una semana después del primer viaje oficial de Aiko
Según la ley sálica que impera en Japón, de momento ella nunca podrá acceder al trono de Crisantemo por el hecho de ser mujer. Hasta que eso no cambie, su destino parece estar escrito. Sin embargo, eso no quita para que participe activamente en la agenda de la Casa Imperial, como ocurrió recientemente al hacer su primer viaje oficial en solitario. Aiko de Japón (23 años) se desplazaba hasta Laos la semana pasada, una estancia para conmemorar el 70º aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
La princesa fue recibida por el presidente Thongloun Sisoulith en palacio, donde también organizaron una cena en su honor. En cuanto a su recorrido por la capital Vientián, pudo conocer algunos de los lugares y monumentos más emblemáticos, como el Arco del Triunfo. Eso fue hace ocho días, ya que este martes acompañaba a sus padres, el emperador Naruhito (65 años) y la emperatriz Masako (61), a una importante competición de natación en Tokio para personas con discapacidad.









