La muerte de la reina Sirikit, madre del rey Maha Vajiralongkorn (Rama X), ha conmocionado a Tailandia, que la veneraba como madre, guía y protectora. Su cuerpo ya descansa en el Palacio Real de Bangkok, donde ha comenzado el tradicional velatorio. La ceremonia de colocación del cuerpo en la capilla ardiente ha tenido lugar este domingo a las 16:00 horas local (las 10:00 horas, en España) en el Salón del Trono Dusit Maha Prasat, según confirmó la Casa Real tailandesa en un comunicado oficial. Allí, miembros de la familia real y altos cargos del Gobierno comenzaron a rendirle homenaje en un gesto que marca el inicio de un largo y solemne adiós, que se prolongará durante un año. Esta procesión solemne, de despedida, está siendo retransmitida en directo por Thairath News, una de las cadenas de televisión más influyentes del país.
El cuerpo de la reina Sirikit fue trasladado del Hospital Conmemorativo Rey Chulalongkorn, donde había permanecido hasta su fallecimiento, y recorrió por carretera los aproximadamente 10 kilómetros que separan el centro hospitalario del Gran Palacio de Bangkok, donde ahora reposan sus restos, según informan medios locales. El cuerpo de la soberana está siendo velado al son de ritos budistas, en una atmósfera de recogimiento y respeto que ha impregnado el Salón del Trono, epicentro del homenaje nacional. Los Reyes ya se encuentran en el Gran Palacio de Bangkok, acompañando el inicio del largo adiós a la madre del actual monarca. Entre los asistentes, ha destacado la presencia de una de las esposas del rey Vajiralongkorn —ha tenido cuatro—, que ha acudido a la ceremonia en señal de respeto institucional y familiar.
Desde primera hora de la mañana, cientos de ciudadanos vestidos de negro se congregaron en los alrededores del Palacio Real para despedirse de quien fue considerada “la madre de la nación”. Según informa Bangkok Post, se han formado largas colas de personas portando flores blancas, broches con la imagen de la reina y retratos enmarcados que han sido colocados en altares improvisados. En supermercados, hoteles y calles principales de la capital, las pantallas digitales proyectaban tributos en blanco y negro; las banderas de los edificios públicos están a media asta en señal de respeto, mientras los presentadores de televisión visten de luto. Además, a la ciudadanía se le ha pedido reducir las celebraciones públicas durante 90 días.
En Tailandia, la Familia Real es venerada como si sus miembros fueran figuras casi divinas. Como recoge el citado medio, sus retratos adornados con pan de oro cuelgan en edificios públicos, templos y hogares particulares, mientras su presencia en los medios es constante y reverente. Esta devoción colectiva se ha hecho especialmente visible en los días posteriores al fallecimiento de la reina Sirikit, con miles de personas acudiendo al Palacio Real para rendirle un último homenaje.
La reina Sirikit falleció el viernes 24 de octubre, a los 93 años, en el Hospital Chulalongkorn, tras varios años de delicado estado de salud. Según el comunicado del Palacio, sufría diversas dolencias desde 2019, incluida una infección sanguínea este mes que agravó su estado. Su muerte marca el fin de una era para muchos tailandeses, que hoy la recuerdan como una figura maternal, elegante y profundamente comprometida con su país.
Durante la jornada del sábado, el luto se extendió por todo el país. Incluso el grupo surcoreano Blackpink, que ofrecía dos conciertos en el estadio Rajamangala de Bangkok, pidió a sus asistentes que vistieran de negro como muestra de respeto. En las calles, aproximadamente la mitad de los ciudadanos lucían los colores tradicionales del duelo tailandés: blanco y negro. E, incluso, el primer ministro Anutin Charnvirakul retrasó su viaje a Malasia para asistir a la ceremonia, según recoge dicho medio.
La reina Sirikit fue esposa del rey Bhumibol Adulyadej, el monarca más longevo de la historia de Tailandia, con quien compartió 66 años de matrimonio. Juntos formaron una pareja admirada tanto dentro como fuera del país. En los años sesenta, Sirikit fue comparada con Jackie Kennedy por su estilo y presencia internacional, llegando a compartir momentos con figuras como Elvis Presley y varios presidentes estadounidenses. Pero más allá de su imagen pública, fue una reina cercana, que recorrió las zonas rurales del país para conocer de primera mano las necesidades de su pueblo.
Su cumpleaños, el 12 de agosto, fue declarado Día de la Madre en Tailandia, y su figura ha sido venerada durante décadas como símbolo de unidad y cuidado. En los últimos años, se había retirado de la vida pública debido a sus problemas de salud. Pero siempre será recordada como una figura clave en la historia contemporánea del país y por su legado como madre, esposa y reina. Hoy, Tailandia inicia un año de duelo que culminará con la ceremonia oficial de cremación, cuya fecha será anunciada próximamente por la Casa Real.
Mientras tanto, el Salón del Trono se convierte en el gran protagonista de este homenaje. Allí, entre flores blancas, retratos dorados y oraciones budistas, Tailandia despide a una mujer que marcó generaciones. Como gesto cargado de simbolismo, la urna real que rinde homenaje a la reina Sirikit ha sido situada sobre la conocida nine-tiered white umbrella, el emblema más sagrado y antiguo de la monarquía tailandesa. Este elemento, reservado exclusivamente para los reyes, representa la soberanía del trono y la conexión espiritual entre el monarca y el pueblo. Su presencia en el salón refuerza la reverencia con la que el país despide a su Reina Madre.

























